EL EPO TAJE
En el 2001 empezó el festival Primavera Sound, pero no precisamente tal como se le conoce ahora. Arrancó en el recinto del Poble Espanyol, una sola tarde-noche, con una oferta musical muy delimitada y una asistencia de 7.000 personas. Quince ediciones más tarde, es decir, la que arranca la semana que mañana comienza, el festival no solo se ha asentado, sino que se ha convertido en referencia internacional en el ámbito de los festivales, y un elemento de primer orden en el tejido cultural y económico de Barcelona. Pero siempre conservando ese valor añadido de cercanía humana. Un festival tan apreciado por el público aficionado como por los propios artistas, que se sienten aquí un poco como en casa y no dudan en repetir.
Aquella primera edición, en cualquier caso, funcionó. Para la segunda la prensa barcelonesa ya escribía cosas como que “el festival Primavera Sound crece a una velocidad de vértigo. Lo que comenzó con una reunión de prometedoras bandas de la independencia nacional en pequeñas salas ha desembocado en un ambicioso certamen que, durante dos días, llenará el Poble Espanyol de pop, rock y electrónica gracias a bandas como Pulp, Spiritualized, Tindersticks, Aphex Twin o They Might Be Giants”. Y así hasta hoy. Para situar estos quince años, tres miembros del equipo directivo del festival, Alberto Guijarro, Pablo Soler y Alfonso Lanza, analizan algunos de sus principales hitos.
“Hay una primera fase en 199495 en que la promotora Murmurtown organiza showcases naciona-
Ser respetuosos con el concepto de música como acto de creación y no como consumo A su marcha del Poble Espanyol siguieron unos inciertos primeros años en el Fòrum