El Barça celebra la Liga, el Deportivo la salvación
Messi despide el torneo con dos goles y grandes sensaciones
Todo el mundo fue feliz en el Camp Nou. El Barça, por el 23.º título de Liga, el Deportivo por una salvación inesperada después de permanecer en el desahucio durante la mayor parte de la jornada. Messi despidió la competición con dos goles y con la promesa de volver a ser determinante en las finales que vienen. Luis Enrique quiso premiar la paciencia de Masip y el sacrificio de Vermaelen y les hizo debutar en el torneo como integrantes de un once con Messi y Neymar como únicos representantes de la alineación que podemos imaginar para la final de la Champions. Es decir, descanso para la inmensa mayoría de los consumidos por una temporada rigurosa y oportunidades para los secundarios. Incluso para Douglas, que salió en el segundo tiempo y protagonizó una incursión que hubiera firmado cualquier lateral internacional.
Pero Víctor Sánchez del Amo quiso prescindir de las teóricas facilidades que ofrecía el ambiente y planteó una propuesta defensiva en toda regla, pensando que en ninguna circunstancia el Camp Nou es el mejor lugar para arriesgarse en busca de la permanencia y confiando en el transcurso de los minutos y en los resultados ajenos. Firmaba un empate con los ojos ce- rrados el entrenador deportivista, aunque no le garantizara la salvación al cien por cien, pero el Barcelona surgió comprometido, intenso, dominante, envuelto en las ovaciones a Xavi, a Vermaelen… El Deportivo quería un partido de balonmano, pero el Barça le rompió con un contragolpe de manual lanzado y finiquitado por un Messi que desprende sensaciones de fortaleza y ambición. Seguidamente Clos Gómez invalidó un segundo gol del argentino al interpretar, erróneamente, que se encontraba en posición de fuera de juego.
Messi ponía la eficacia y Neymar quiso colocar los adornos con varios gestos de orfebrería técnica. Un sombrero inverosímil sobre Cavaleiro enardeció al Camp Nou, siempre agradecido con estas delicadezas técnicas, especialmente cuando no ponen en riesgo ningún patrimonio. También protagonizó el brasileño un remate de cuchara que llegó blando a las manos de Fabricio. Pedro pudo reivindicarse con un gol cuando un rechace del portero dejó el balón muerto en el área pequeña, pero el canario se confió en exceso y estrelló el esférico en los reflejos de Fabricio.
El Deportivo se retiró al descanso como equipo de Segunda. Todo apuntaba a la tragedia, y cuando al comienzo del segundo acto Messi convirtió el segundo gol gracias a la generosidad de Neymar nadie hubiera apostado un céntimo por la salvación gallega. Pero coincidiendo con una fase de distensión blaugrana y con la entrada de Douglas –pura coincidencia– las tímidas estiradas visitantes tuvieron premio con dos goles en 8 minutos. Al final, todos contentos. El Barça no perdió nada, el Dépor ganó la vida.
Luis Enrique hizo debutar a Masip y Vermaelen y reservó a la gran mayoría de titulares