Visto bueno a la píldora rosa
Los expertos aconsejan a la FDA la aprobación de la llamada viagra femenina para la desapetencia sexual
Hay que aclararlo: no se ha aprobado la comercialización de la viagra femenina (Flibanserin), aunque se ha dado un paso importante para ello, después de una década de tira y afloja entre expertos de la FDA (la administración de medicamentos y alimentación americana), la industria farmacéutica y los movimientos femeninos. Ayer, el panel de asesores de la FDA dio el visto bueno a un tratamiento contra los problemas de falta de deseo sexual de la mujer, casi dos décadas después que su homóloga masculina. Era la tercera vez que evaluaba este tratamiento, desarrollado por Sprout Pharmaceuticals, en diez años y, con esta luz verde, se espera que la FDA avale este fármaco en breve para su comercialización, bajo prescripción médica, el próximo año. Boehringer Ingelheim fue el laboratorio que inicialmente desarrolló las famosas pastillas pero cuando en el 2010 se encontró con el primer rechazo de la FDA, anunció que abandonaba el proceso de comercialización de la flibanserina. En un comunicado, el laboratorio reconoció que “la respuesta de las autoridades sanitarias americanas y la complejidad y el alcance de las cuestiones que se tendrían que abordar para obtener el registro de flibanserina los llevaron a decidir concentrar sus esfuerzos en otros proyectos de su cartera de productos”.
Pero, ¿qué es la viagra femenina? Es un fármaco que se concentra en el cerebro y no en aumentar en aumentar el flujo de sangre a los genitales (viagra masculina), porque la sexualidad femenina es más compleja que la masculina, que concentra su atención en los genitales. La erección da vía a la sexualidad, mientras que en las mujeres intervienen muchos factores, no sólo los físicos.
La píldora rosada regula la producción de químicos claves que actúan como neurotransmisores. Tiene un efecto positivo en aquellos que estimulan la excitación sexual (dopamina y norepinefrina) y negativo sobre el que inhibe el deseo (serotonina). Y de ahí que mejore la apetencia sexual.
Pero hay que dejar claro que no es para todas las mujeres, sino para aquellas que están diagnostica- das de un desorden del deseo sexual hipoactivo (TDSH). En pocas palabras, mujeres premenopáusicas a las inapetentes con las relaciones sexuales.
La FDA rechazó en dos ocasiones este fármaco al considerar que no estaba lo bastante comprobada su eficacia, que se habían hecho los ensayos con un número reducido de mujeres y por los efectos adversos, entre ellos, somnolencia e hipotensión, entre otros. Esto último preocupaba de manera notable ya que se temía en especial por los efectos en la conducción. Los argumentos del panel de expertos sublevó a los movimientos de mujeres, al considerar que tenían poco peso y que denotaban una falta de interés importante por los problemas sexuales femeninos.
De hecho, el 43% de las mujeres presenta algún tipo de disfunción sexual, frente al 31% de los varones, según estudios norteamericanos, entre ellos de la propia FDA. Otros estudios apuntan a que una de cada diez mujeres tiene un problema de inapetencia, que va más allá de la ausencia de ganas de tener relaciones sexuales: es un sentimiento permanente que genera un alto grado de
Era la tercera vez que la FDA estudiaba este tratamiento y en dos ocasiones lo rechazó Los primeros estudios indicaban que no estaba demostrada claramente su eficacia