El deseo no es la potencia
En la sociedad del rendimiento todo el mundo debe optimizar su cuenta de resultados. En el deporte, donde el 80% de los casos de doping en el fútbol americano es por consumo de anfetaminas, o en los negocios, donde la moda, entre los jóvenes brókers de Wall Street es la ingesta de psicoestimulantes para ser más productivos. En los dos casos se trata de medicamentos previstos inicialmente para el TDAH.
¿Por qué el sexo iba a ser diferente? Ya hace 20 años que el viagra funciona para los hombres y no sólo para maduros necesitados, también para jóvenes que no quieren “fallar”. Ahora es la hora de las chicas. Fin de la discriminación, ¿quién estaría en contra? El pero es otro y empieza por el malentendido del nombre “viagra femenino”, demasiado simétrico al de los chicos. El viagra asegura la erección y con ella la potencia, pero el deseo no es la potencia. El deseo es otra cosa más compleja y no reducible a un equilibrio de los neurotransmisores como pretende la fliblanserina.
La dificultad en conseguir la aprobación de la FDA y demostrar que sus efectos superan al placebo no es ajena a esta complejidad. El DSH (deseo sexual hipoactivo) va camino de convertirse en un nuevo pretexto para mayor beneficio de algunos laboratorios. Freud señaló la impotencia, la frigidez, la anorgasmia y otras inhibiciones como episodios normales en la vida sexual. Nadie funciona a pleno rendimiento todo el tiempo y con todo el mundo. Él mismo indicó el resorte del deseo femenino: la fantasía. Las escenas imaginarias que cada mujer recrea son el verdadero estimulante de su deseo y goce sexual.
Son escenas variadas y no siempre políticamente correctas. A veces se trata de fantasías de abuso, violación o castigo. Algunas imaginan ser otra mujer en el acto o se ausentan de él imaginariamente. Activar esas fantasías, recrearlas, es un ejercicio en el que la pareja también puede colaborar con sus palabras retroalimentando así el deseo.
Las escenas imaginarias que cada mujer recrea son el verdadero estimulante de su deseo y goce sexual