La amistad de Vargas Llosa y Preysler
Preysler y Vargas Llosa desde la portada de ‘¡Hola!’ presagian una nueva y seductora pareja
Un día cualquiera en Madrid. Exterior. Una pareja entra en el hotel Eurobuilding y se dirige directamente al 99 Sushi Bar, el restaurante japonés del establecimiento, exquisito. No les espera nadie. Comen mientras se cogen de las manos y se acarician el rostro. En una mesa cercana alguien los observa. Y cuando advierte que el almuerzo adquiere tintes de cierto romanticismo, ese testigo, impertinente como ninguno en este momento, avisa a unos fotógrafos amigos que inmortalizan la situación a la salida del hotel. Seguidamente van a vender las fotos a ¡Hola!, que decide publicar en portada sólo una imagen del encuentro, en la que aparece de espaldas la pareja protagonista de este guión: Isabel Preysler (64) y Mario Vargas Llosa (79).
Esta portada de ¡Hola! podría señalar la creación de una nueva pareja dominada por el intelecto y el glamur. La publicación, aparecida ayer, no es excesivamente explícita porque, con seguridad, poco o tal vez nada más hay que añadir, de momento. Pero anotemos que la biblia del corazón por excelencia no suele repetir imágenes una semana tras otra, y en esta ocasión la misma fotografía la colocan hasta tres veces: una en la edición de la pasada semana con motivo de la cena de Porcelanosa en el palacio de Buckingham, donde el escritor y la socialité charlan con el príncipe Carlos. En el número de ayer, la misma imagen, de la que se ha eliminado al heredero británico, domina la portada mientras que en el interior volvemos a verla en gran formato, mucho mayor que la semana anterior. Da la sensa- ción de que la noticia de la presunta, y para algunos novedosa relación, ha tomado derroteros positivos al regreso de Londres. La cita británica, propiciada por el heredero como agradecimiento a la colaboración de la firma a sus causas benéficas, pudo ser el detonante que disparase la relación entre Preysler y Vargas Llosa, historia que protagonizaba rumores desde años atrás, pero que siempre se quedó en simple especulación, sin que sus implicados confirmasen o negasen, y manteniendo sus respectivas parejas.
Preysler y Vargas Llo-
sa se conocen desde 1986, cuando precisamente ¡Hola! la contrató para hacer entrevistas en la revista y la envió a San Luis (Missouri) a ver al escritor. Isabel Preysler acababa su relación con el marqués de Griñón y frecuentaba las cenas de Mona Jiménez, célebre por sus lentejas alrededor de las cuales se tejía un entramado sociopolítico sentimental cuyo resultado más espectacular fue la relación de Preysler con Miguel Boyer.
Desde entonces, y aquí entramos en el terreno de la pura especulación, las dos parejas, es decir los Vargas Llosa y los Boyer, mantuvieron una relación afectiva marcada por la distancia.
El texto del artículo que publica ¡Hola! es políticamente correcto, sin excesos informativos, como una avanzadilla de lo que pudiera ser, si no fuera porque hay un dato discordante.
Aunque la re- vista dice que la pareja está separada, la esposa del Nobel –y madre de sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana–, su prima hermana Patricia Llosa, remitió ayer el siguiente comunicado: “Mis hijos y yo estamos sorprendidos y muy apenados por las fotos que han aparecido en una revista del corazón. Hace apenas una semana estuvimos con toda la familia en Nueva York celebrando nuestros 50 años de casados y la entrega del doctorado de la Universidad de Princeton. Les rogamos respetar nuestra privacidad”.
Por su parte Isabel Preysler, que ayer estuvo ilocalizable durante toda la jornada, se encuentra en un momento feliz de su vi- da. Pasados casi nueve meses del fallecimiento de su esposo, Miguel Boyer, parece haber superado el doloroso tiempo en que estuvo a su cuidado, y que fueron dos años duros de los que se está recuperando. Viajó a casa de su hijo Enrique a Miami para pasar con todos sus hijos la Navidad, mientras que la vuelta al hogar de la por un tiempo independiente Tamara y el noviazgo de Ana con Fernando Verdasco han devuelto la sonrisa a su carismático rostro. Su felicidad sería completa de materializarse esta relación que parece estar fraguándose y que, de no ser por el comunicado de la esposa de Vargas Llosa, todos podrían dar por válida.
De momento no hay comunicados por ninguna de las partes afectadas y es de suponer que ¡Hola!, de cuyas páginas es asidua Isabel Preysler, siga informando en sucesivas semanas de los avances de esta relación, que para muchos no sería más que la consolidación de algo latente en el tiempo desde hace años. Vamos, que a ninguno de los dos le parecería extraño.