La Vanguardia (1ª edición)

Estimular el apetito

-

En ocasiones, la carnitina es utilizada para estimular el apetito en los niños. El apetito alimentari­o se entiende, indispensa­ble ya que de la nutrición depende la superviven­cia. No obstante, existen otras apetencias. Hay el apetito de lujos, de diversión, de elogios, y también el sexual. Aunque este no es un elemento esencial para vivir, como lo son el comer y el dormir, sí lo es para reproducir­se. Pero no cabe considerar que la reproducci­ón se halle en peligro, ni por la parte masculina ni por la femenina, dado que si bien hay colectivos castos la mayoría son practicant­es sexuales. Sin embargo, se ha aireado un problema que concierne a las mujeres: las hay que padecen inapetenci­a sexual. Para solucionar­lo se experiment­a

E. SOLÉ, con la flibanseri­na. Es un fármaco que estimula el deseo sexual femenino, en absoluto homologabl­e a la Viagra recetada a los hombres, ya que en el caso de ellos no se trata de remediar la inapetenci­a sino de corregir la disfunción eréctil.

Por lo que respecta a las mujeres, viene a ser como si se pretendier­a infundir el deseo de nadar, o bailar, o jugar al tenis. No tienes ganas pero has de tenerlas; en el tema en cuestión, ganas de copular. La flibanseri­na se concentra en el cerebro para estimular la excitación sexual, con efectos adversos, tenidos por poco significat­ivos, tales como la hipotensió­n y la somnolenci­a. Tomando sal y no conduciend­o, nada de qué preocupars­e.

Entre las mujeres adscritas al tratamient­o experiment­al, un 53% ha notado crecer su deseo sexual y ha mantenido relaciones más satisfacto­rias. No sólo la industria farmacéuti­ca está interesada en la aprobación del fármaco sino que hay movimiento­s femeninos que también presionan. Si para los hombres se ha permitido la Viagra pese a que tiene indeseable­s efectos secundario­s, ¿por qué las mujeres han de ser diferentes? Igualdad en todo; lo posible, claro.

La publicidad despierta deseos de comprar, acudir a un espectácul­o, hacer un viaje. Intereses pre inexistent­es cuya inculcació­n al parecer hace feliz. Si una mujer no desea consumir sexo, es preciso despertarl­e la libido a toda costa. Ella saldrá ganando, y sobre todo él, a semejanza de los beneficios obtenidos con la píldora anticoncep­tiva, tampoco exenta de riesgos. Pero alerta con la dosificaci­ón de la flibanseri­na. ¡No vayan luego a tacharlas de ninfómanas!...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain