“El líder no tiene incentivos para nombrar a alguien mejor que él”
En Boston, vivo en Chicago y me avergüenza nuestra política en Iraq. lita en EE.UU., no viven lejos de mí. Colaboro con la Barcelona Graduate School of Economics
PPorque formé parte del grupo que revolucionó la investigación económica entre 1970 y 1985. Antes se creía que la escasez de recursos era la que determinaba sus precios...
La vieja ley de la oferta y la demanda.
...Pero nosotros empezamos a estudiar transacciones en las que lo decisivo era la escasez de información, porque una parte tenía más que la otra, pero ésta, a su vez, no confiaba en la que tenía más.
Como cuando un comprador escamado regatea al vendedor de coches usados.
Lo que demostramos es que la información tiene un papel determinante en los precios y la economía; tanto como los incentivos. Los incentivos logran que, por ejemplo, alguien trabaje cuando nadie le mira.
Y suelen faltar en los países pobres.
Tras nuestras investigaciones, todos entendieron lo esencial de determinar quién tiene más información en una transacción y el papel de los incentivos al analizar decisiones económicas. Antes, Keynes, por ejemplo, sabía qué era un banco, pero no era capaz de darle una expresión exacta. Los bancos existen porque el banquero tiene más información que el cliente –hay asimetría de información en su trato– sobre los mercados financieros y porque el cliente confía en ellos. Y suelen arruinarse cuando el banquero o no tiene suficientes incentivos para ser honesto o tiene demasiados para ser deshonesto y el cliente desconfía de ellos.
Usted también ha aplicado la teoría de juegos a la política.
Porque las elecciones también son transacciones, pero con votos. Y al analizar las decisiones políticas, los incentivos son primordiales: debemos considerar los que tienen o no los políticos para ser honestos o no.
¿Qué ha descubierto?
El diseño de mecanismos demuestra que si cambias las reglas de juego, esto es, las del mercado, las de la política o las de las elecciones, también cambias sus incentivos y, por tanto, la conducta de los actores.
Ergo, debemos diseñar instituciones con normas y controles que desincentiven los malos instintos.
Por eso analizamos por qué determinadas leyes y normas incentivan o desincentivan la