Europa evita polemizar con América Latina por el régimen de Caracas
Bruselas. Corresponsal La Unión Europea optó ayer por no dejar que la situación política en Venezuela se convierta en un obstáculo para reforzar las relaciones comerciales bilaterales con América Latina, un objetivo al que el avance de China en la región ha dado tintes de urgencia. La declaración final de la cumbre regional con la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) no incluye finalmente ninguna mención a los presos políticos en Venezuela, como pretendían algunos países de ambos bloques y pedía el Parlamento Europeo, pero sí una referencia velada a las sanciones unilaterales que Estados Unidos ha impuesto a este país. Los gobiernos europeos se resignaron a no convertir en casus belli la pretensión de Caracas y la Celac de incluir una condena a esta decisión, y aceptaron expresar su rechazo conjunto pero en términos generales a las “medidas coercitivas con carácter extraterritorial contrarias a la ley internacional”, sin citar a Estados Unidos.
La cumbre se produce seis meses después de que la Celac se reuniera con el presidente de China, Xi Jinping, que prometió 250.000 millones de dólares en inversiones en la próxima década. El desembarco de China en la región no ha pasado desapercibido en Europa. “Hemos visto que China ha construido relaciones comerciales muy intensas”, resaltó la canciller alemana, Angela Merkel, en rueda de prensa, abogando por “también incrementar nuestros intercambios”. Entre las decisiones de la cumbre destaca reactivar las negociaciones comerciales con Mercosur, renovar los acuerdos de asociación con México y Chile, y eliminar la exigencia de visado a Perú y Colombia, medida que España pide ampliar a Ecuador.
Los anfitriones europeos pusieron todo de su parte para que la cita transcurriera de la manera más suave posible desde el punto de vista diplomático, aunque en un momento de la cena se produjo “un impasse diplomático”, dijo ayer por la mañana el presidente de Ecuador, Rafael Correa. Bromeaba. “Durante la cena, en el brindis, el presidente del Consejo Europeo nombró como grandes ejemplos latinoamericanos a Leo Messi, a Luis Suárez y a Neymar, con lo cual se resintieron Chile, Colombia y México, se resintieron los fanáticos del Real Madrid y se resintieron los no amantes del fútbol”, que de todos modos “en Latinoamérica serán dos o tres nada más”, añadió Correa ante las risas del polaco Donald Tusk, que pro- nunció en castellano buena parte de su discurso, jalonado con citas del escritor Gabriel García Márquez.
En tono serio, Correa, en nombre de la Celac, calificó la cita de “muy oportuna y fructífera” y abogó por que los países latinoamericanos y caribeños aprendan del ejemplo de integración del continente europeo. El bloque reclama a sus socios europeos un nuevo enfoque en la cooperación al desarrollo con su región, debido al cambio en la renta media de sus poblaciones. “Necesitamos una nueva clase de cooperación. Antes quizás era la de la escuelita, el caminito rural y el centro de salud. Pero lo que necesitamos en este nivel de desarrollo relativo es talento humano, ciencia y tecnología”, reclamó Correa. “Quizás debamos ser más agresivos” y dar “un acceso más fácil a la ciencia y la tecnología, con la justa compensación”, para impulsar el talento humano y el desarrollo económico.
Las menciones a Messi, Suárez y Neymar provocaron “un grave ‘impasse’ diplomático”, bromeó Correa