Mas quiere listas del president en las cuatro circunscripciones
El líder de CiU negociará los candidatos sin los partidos
No habrá una única lista del president sino cuatro, una por cada demarcación catalana. Es decir: la novedosa fórmula con que Artur Mas quiere concurrir a los comicios del 27 de septiembre no se reducirá a una candidatura por Barcelona, la que encabezará el president de la Generalitat, sino que tendrá el mismo formato en todas la circunscripciones catalanas. Se tratará de candidaturas transversales, integradas por políticos y personalidades de la sociedad civil de amplio espectro ideológico dentro del mundo soberanista, y bajo una nueva marca electoral que sustituirá las siglas de CiU, “con o sin representantes de Unió”, aseguran fuentes conocedoras del proceso de elaboración.
En las cuatro candidaturas habrá políticos de CDC, empezando por el president y destacados alcaldes y alcaldesas de la nueva hornada convergente; y puede haberlos de Unió –si así lo desean–, al igual que de la independentista Rcat (el Reagrupamentdel exconseller de ERC Joan Carretero) o de Avancem, escisión del PSC. O de plataformas soberanistas de izquierda como Volem, articulada en torno al con- seller de Cultura, Ferran Mascarell. Pero el grueso de las listas lo integrarán personalidades independientes de todos los ámbitos de la sociedad civil, desde la cultura a la empresa, así como algunos de los expertos del Consell Assessor per a la Transición Nacional, el organismo presidido por el jurista Carles Viver PiSunyer que elaboró el “libro blanco” para el Estado propio. El mismo planteamiento se aplicará en cada provincia, lo que implica complejas negociaciones con los eventuales candidatos para multiplicar territorialmente la apuesta.
La decisión de Mas de no concurrir con las siglas de CiU a las elecciones del 27-S, por primera vez desde 1980 en unas elecciones al Parlament, no tiene vuelta atrás. Su partido le ha dejado “manos libres” para llevarla a cabo. Pero, además, la evolución del escenario político, en especial el éxito de las fórmulas de confluencia de la izquierda en las recientes elecciones municipales, y, en concreto, de la candidatura de BComú liderada por la futura alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que podría tener también una versión a escala catalana el 27-S, han dado aún más empuje a una idea que desde hace ya tiempo está sobre la mesa del president y de CDC. Mas no sólo aspira a revalidar el liderazgo del proceso soberanista, sino también a disputar el mercado de la “nueva política”, vinculando las demandas de regeneración democrática a la filosofía del “nuevo país”.
La idea de articular un proyecto electoral más allá de CiU se remonta a los tiempos de la apuesta de Mas por la Casa Gran del Catalanisme, que en el 2010 le permitió ampliar el espacio electoral de la coalición hacia el soberanismo y el centroizquierda y le procuró una amplia victoria tras los siete años de tripartitos. Luego vinieron el desgaste de las siglas de CDC y de CiU a
La nueva marca sustituirá a CiU, se integren o no en ella miembros de UDC El éxito de BComú reafirma la apuesta de Mas por conectar con la nueva política