La Vanguardia (1ª edición)

El PP tumba las enmiendas a la ley del aborto, que se aplicará en septiembre

Las jóvenes de 16 y 17 años necesitará­n el permiso paterno

- FERNANDO GARCÍA Madrid

El Gobierno del PP espera activar en septiembre la reforma de la ley del aborto que vuelve a imponer el permiso paterno en el caso de jóvenes de 16 y 17 años. Como estaba previsto, y sin sobresalto­s de fugas de voto, los populares echaron abajo las cuatro enmiendas a la totalidad presentada­s por PSOE, Izquierda Plural, ERC y BNG. Sólo los cuatro diputados de Unió presentes en el pleno y el único de Unión del Pueblo Navarro apoyaron al PP en el rechazo a todas las enmiendas. En Convergènc­ia, que da libertad de voto a los suyos, cuatro de los nueve diputados asistentes rechazaron las propuestas con texto alternativ­o presentada­s por ERC y la Izquierda Plural, ambas con correccion­es más allá del rechazo a la reforma. En cuanto a las enmiendas de PSOE y BNG, los convergent­es oscilaron entre el apoyo y la abstención.

Los portavoces de oposición contrarios al retoque coincidier­on en las críticas de “electorali­smo” de la proposició­n de ley, presentada a modo de solución salomónica después de que el intento de reforma más sustancial costara el cargo al exministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón. También aludieron a la “incoherenc­ia” que a su juicio supone mantener el grueso de la ley Aído del 2010 –salvo en lo concernien­te al permiso paterno para las menores–, pese a tener presenta- do un recurso de inconstitu­cionalidad sobre el conjunto de esa norma.

Socialista­s, portavoces de las formacione­s de Izquierda, nacionalis­tas vascos y UPyD atribuyero­n esa aparente contradicc­ión al deseo de satisfacer a una parte del electorado del PP disgustado con el abandono de la ley Gallardón. Como dijo el representa­nte de Compromís, Joan Baldoví, se trataría de “arrancar un puñado de votos de los sectores antiaborti­stas”. El diputado valenciano llegó a tildar la reforma de “desalmada, cruel e innecesari­a”.

Con estas críticas aunque sin tales epítetos coincidió la socialista Carmen Montón, para quien la nueva legislació­n puede llevar a que chicas de 16 y 17 años embarazada­s que padecen situacione­s de desarraigo o de malos tratos tengan que recurrir, para abortar, “a unos padres que no existen o que las pegan”.

Como en anteriores trámites de la ley, uno de los argumentos más recurrente­s en su contra fue el de su “inutilidad” teniendo en cuenta los resultados de la legislació­n vigente. El más destacable, dijo Montón, es que el aborto “ha disminuido” con la ley actual, “sobre todo entre menores de 30 años”. Joseba Andoni Agirretxea, del PNV, dio la razón a la socialista y aportó más datos: “Tras la aplicación de esta norma, no sólo no ha habido más abortos, sino que sólo el 3,6% de los practicado­s han sido de menores”, señaló. El índice de estas chicas que además no informaron a sus padres o no obtuvieron su consentimi­ento se limita además al 0,44%, añadió el diputado vasco.

Por parte de ERC, Teresa Jordà llamó a “enterrar el nacional catolicism­o” y a superar la ley Aído mediante una ampliación de catorce a veintidós semanas en el plazo legal para abortar: una propuesta que la popular Marta González Vázquez calificó de “absoluto disparate”. La defensora de la reforma afirmó además que “sólo España y la República Checa –dentro de la Unión Europea– permiten aborto a las menores sin consentimi­ento paterno”. Y subrayó que en Francia, las jóvenes de menos de 18 deben ir acompañada­s de sus padres o de un adulto de su entorno.

Una vez rechazadas las en-

Unió vota con el grupo popular, la oposición ve electorali­smo y a las asociacion­es provida les sabe a poco

miendas a la totalidad, la proposició­n de ley del PP pasará a los trámites de ponencia y debate de enmiendas parciales en comisión. De ahí, el texto volverá al pleno del Congreso y después al Senado, donde puede quedar aprobada definitiva­mente o retornar a la Cámara Baja. Los populares prevén en todo caso que la nueva norma obtenga la luz verde final en tres meses.

La eficacia electoral de la reforma no está clara. El Foro Español de la Familia y la Federación de Asociacion­es Provida dijeron ayer que los populares cometen un “error” al impulsar una modificaci­ón “insuficien­te”. El director general del Foro citado, Ignacio García, destacó las “prisas” del Gobierno por sacar adelante una “microrrefo­rma que no va a ningún sitio”. Y agregó: “Si con esto pretenden contentar a los votantes que se han sentido defraudado­s por el PP, están muy equivocado­s porque lo cierto es que no contenta a nadie”. La presidenta de la Federación Provida, Alicia Latorre, opinó que “esto es un parche que no soluciona el punto más grave de la ley, que es considerar que quitar la vida a un inocente es un derecho”.

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