Apuesta por el arte innovador

Antoni Tàpies dice que la familia aún no ha decidido qué hacer con la colección privada

La Fundació Tàpies cumple 25 años y, a la vez, abrirá una nueva etapa, a partir del 30 de junio, cuando se sepa el nombre del nuevo director. Antoni Tàpies, hijo del artista, está satisfecho con el balance de estos 25 años y con lo que la fundación ha aportado a la ciudad. “Siempre hemos intentado trabajar buscando la calidad y el rigor y en general creo que lo hemos conseguido, porque cada vez más se mira cuántos visitantes tiene un centro cultural y no el nivel de las exposiciones, el efecto que aportan”.

Antoni Tàpies jr. subraya que no se refiere a ninguna otra institución catalana. “Cada una de ellas tiene su propia línea, que por supuesto respeto y no quiero decir que ellas tienen menos rigor que nosotros. Si nos fijamos sólo en lo que triunfa, nos quedamos en el arte más banal”.

Tàpies aporta como orgullo de su programación durante los últimos veinte años, el haber dado a conocer al público catalán la obra de artistas hoy reconocidas ampliamente. Cita como ejemplo la muestra de 1990 dedicada a Louise Bourgeois. “Cuando la expusimos, pocos conocían su nombre y su obra. Lo mismo podría decir de Ana Mendieta o Lygia Clark”. Técnicos del MoMA fueron a la fundación para interesarse por Martina Lassnig.

En el dilema entre apostar por descubrir a los artistas nuevos desconocidos por el público o a los ya consagrados que atraen las masas, Antoni Tàpies, no duda en cumplir la voluntad de su padre: “es el espíritu de lo que él buscaba en la pintura, la innovación, la investigación”.

La colección privada de obras de otras artistas integraría uno de los museos más visitados de Barcelona, aunque el artista catalán valoraba más la amistad o sus dudas sobre los peligros de trasladar a un museo obras de arte que, museizadas, pierden su carácter sagrado, en el caso, por ejemplo de una talla románica o de un mandala, que pasarían a ser una simple escultura o un mero cuadro. El hijo del artista dice que “la familia aún no a decidido que hacer con la colección. Mi padre no era un coleccionista típico, buscaba las

“Intentaremos que la fundación genere más recursos propios”, dice el hijo del artista

obras que él quería. Se rodeaba de ellas para que le dieran la energía para pintar. Por ejemplo, el Picasso, que es una alegoría (el gallo) de la Francia atacada por los nazis”. En los últimos años han pasado muchas cosas, las muertes de Tàpies y de su hijo Miquel, el impacto de la crisis, las obras de remodelación, la reducción de la aportación del ministerio de Cultura (compensada con una dotación extraordinaria del Ayuntamiento de Barcelona que este año no tendrá). Ahora, dice Antoni Tàpies, “intentaremos tener más recursos propios, incrementar el número de visitantes, tener más esponsorizaciones, comunicarnos mejor , pero eso lo decidirá el nuevo director, que tendrá plena autonomía.”