La palabra fijada
En el neolítico, cuando los seres humanos empezaron a formar comunidades sedentarias que mostraban una civilización incipiente, apareció la necesi- lona, inaugurado hace sólo cuatro meses en la calle Montcada, y que supone también la despedida del concejal de Cultura, Jaume Ciurana, que ha vivido el proyecto en primera persona desde el comienzo.
Entre el medio centenar de objetos que se muestran, des- Algunas de las 43 piezas de la exposición que recorre la historia de la escritura dad de fijar la voz. Es así como nace la escritura, posiblemente en cinco lugares del mundo sin relación aparente: Mesopotamia, Egipto, India, China y Mesoamérica. Así lo explica el lingüista Miguel Peyró, profesor de la Universidad de Sevilla y comisario de la exposición Escriptures. La muestra es la primera que organiza el Museu de Cultures del Món de Barce- taca un glosario tangut-chino del siglo XII. El manuscrito, encontrado en Mongolia, permitió descifrar la escritura tangut con que se escribieron los pensamientos budistas y la literatura china y tibetana de los siglos XI al XIV. “Es una especie de piedra Rosetta de la lengua tangut”, explica el director del museo, Josep Lluís Alay, que expresa el deseo de encontrar más glosarios como este para poder entender escrituras que hoy son incomprensibles. Sin ir más lejos, una estela ibérica encontrada en Cabanes, en la Plana Alta valenciana, nos recuerda que el íbero que se hablaba en la Península antes de la llegada de los roma- nos aún no ha sido descifrado.
La exposición también muestra un vaso maya con inscripciones en esta lengua y un tintero de Qumrán, en el mar Muerto, donde se encontraron los rollos del Antiguo Testamento. Hasta 43 piezas singulares que ayudan a interpretar la evolución del pensamiento y del poder en torno a la escritura.