Los tesoros privados de Tàpies.
Abre una exposición de obra inédita del artista y de su colección privada
Obras como este Picasso conforman la exposición de los 25 años de la Fundació Tàpies. En ella se exhibe parte de la colección privada.
El museo más insólito de Barcelona es un museo invisible, que da tanto en tanto se manifiesta en exposiciones parciales. Es la colección privada de Tàpies, un extraordinario compendio visual de sus intereses artísticos, que, si se vieran juntos, no sólo explicarían a Tàpies, sino que podrían ilustrar una historia universal del arte: esculturas africanas, orientales y americanas, dibujos de Japón, China o India, libros científicos o nigrománticos, tallas románicas y, también, obras de artistas modernos y contemporáneos. Ayer, la Fundació Tapies, para celebrar sus 25 años, abrió una exposición en la que muestra una selección del último depósito de la familia al centro: 40 obras de Tàpies de 1940 a 1987 y 21 de otros artistas: Kandinski, Picasso, Schwitters, Klee, Arp, Miró, Max Ernst, Duchamp, Motherwell, Pollock, Kline, Sam Francis, De Kooning, Dubuffet ... ¿Qué museo español puede reunir en sus colecciones permanentes semejantes obras?
La segunda novedad es la presentación de un hallazgo. Un documental escrito y dirigido por Maria Lluïsa Borràs en 1981, que seguía el proyecto de fotoscop (híbrido de fotografía sonora y reportaje), iniciado por Joaquim Gomis y Joan Prats. La película, con música de Mestres Quadreny, pasa revista a las ideas estéticas de Tàpies y fue vista en Estados Unidos, durante una exposición en Nueva York, pero había permanecido inédito en España. Su existencia fue revelada por un comentario del hijo de la galerista Martha Jackson. En el filme aparecen algunos de los cuadros que se exponen en las salas de la Fundació.
Núria Homs, comisaria de la exposición, ha ordenado la presentación de los 40 lienzos de Tàpies –la mayoría de ellos inéditos o muy poco vistos– con una secuencia cronológica que traza su evolución, desde su época de realismo mágico a sus tanteos abstractos hasta su asunción de la pintura matérica y su etapa dedicada al barniz, en los años ochenta. Entre ellos, hay un gran lienzo titulado Matèria del temps, (1983) inmenso, eterno, blanco, sólo interrumpido por un breve, efímero brochazo negro, en un lado de la pintura. U otro lienzo de gran formato, en el que también predomina el blanco, en el que se ha ensamblado a sus pies una persiana de la casa de Campins, en el Montseny, un tema recurrente en varias de las pinturas expuestas: Montnegre, la riera de Campins, junto a los temas clásicos del artista.
Si en la película Tàpies reconoce la influencia que recibió de Miró, Brossa y J.V. Foix, en la planta baja, el recorrido se inicia con un homenaje a sus referencias internacionales: una acuarela de Paul Klee ( La mujer del diablo), tres obras de Kandinski,
Kandinski, Picasso, Klee, Arp, Miró, Max Ernst, Duchamp, Motherwell o Pollock
Bosque azul de Ernst o Tête d’homme de Miró, con referencias directas en la obra tapiana.
En el centro de la sala se expone la célebre Boîte-en-valise, de Duchamp, el museo portátil que contiene miniaturas de la obra del artista francés , desde el Nu descendat un escalier a Le grand verre o sus ready-mades.
Junto a las piezas de las primeras vanguardias, se pueden ver obras de los artistas coetáneos de Tàpies: Jean Dubuffet ( Paisaje, 1951), Jackson Pollock ( Sin título, 1951), Willem de Kooning ( Sin título, 1954), Sam Francis ( Serie azul nº 3) o Robert Motherwell ( Sin título, 1963).
La comisaria completa esta sala con la exposición de diversos documentos que sirven para contextualizar las obras expuestas.. Vomo una emotiva carta de Motherwell comentando el intercambio de cuadros que hizo con su amigo Tàpies.
La directora de la Fundació Tàpies, Laurence Rassel, se despide del centro con esta última exposi-
Descubierto una película inédita sobre Tàpies dirigida pro Maria Lluïsa Borràs La familia ha depositado por diez años sesenta obras más
ción. El 30 de junio se fallará el concurso que dará a conocer al nuevo director del centro. Laurence Rassel aprovechó para hacer un alegato de sus convicciones, coincidentes con el espíritu que Tàpies quiso para su fundación. Su visión del arte público no es la simple búsqueda de números de visitantes , sino una apuesta por el riesgo, por descubrir a la gente nuevos artistas, buscar el shock del espectador que le haga reflexionar, intranquilizarlo o hacerse preguntas que pueden cambiarle la vida. “Al espectador no hay que darle lo que ya espera, sino plantearle nuevos retos estéticos”.
La Fundació Tàpies fue creada en el año 1984 por el artista, aunque no abrió sus puertas hasta el 5 de junio de 1990 en el edificio modernista que fuera sede de la editorial Montaner i Simon, obra del arquitecto Domènech i Montaner. Desde entonces ha recibido 1,6 millones de visitantes y reúne 1.890 piezas en su colección permanente.
La directora anunció que todas las personas que cumplan 25 años durante 2015 podrán entrar gratis a la exposición y cada primer domingo de mes, hasta el 10 de enero de 2016, el centro abrirá las puertas al público general de forma gratuita.
La fundación celebrará unas jornadas de puertas abiertas el próximo fin de semana con visitas guiadas gratuitas.