Un Barça irreconocible
Pésimo partido de los blaugrana, que mañana se lo jugarán todo en el Palau
Habrá quinto partido. El Barcelona fue un desastre en el cuarto, en el que llegó a perder por 20 puntos (44-24), y tendrá que jugarse mañana en el Palau Blaugrana (17 h) el pase a la que sería su novena final de Liga consecutiva.
Es imposible hallar una explicación técnica o táctica, fuera del subidón de adrenalina que experimentó el Unicaja en la vuelta a casa, a la terrible diferencia entre los dos primeros partidos y el cuarto de esta semifinal. Anoche, además de agravar hasta límites inconcebibles (46 a 28, con 17 ofensivos de los locales) las carencias en el rebote que le condenaron en el tercero, el Barcelona se suicidó con un abuso de los triples (31 intentos, dos más que de dos puntos) aún más inexplicable considerando su penoso 16% de efectividad. De hecho, lo único bueno que hicieron ayer los de Xavi Pascual fue una defensa en zona presionante en el último cuarto que les permitió soñar por un momento con una histórica remontada, al verse solamente 7 abajo (59-52) cuando quedaban todavía 5m 53s por jugar.
Todo fue mal desde el principio. La puesta en escena del Barcelona no pudo ser más negativa. Perdió el balón en sus dos primeras posesiones, luego falló tres triples y a los 2m 48s perdía por 9-0. No es de recibo que un equipo de este nivel –de hecho, ningún equipo– efectúe desde los 6,75 m diez de sus primeros doce lanzamientos. Y no sería por su gran acierto (dos canastas, tras fallar seis). Habrá que darle mucho mérito a la defensa del Unicaja, tan frágil –por decirlo suavemente– en el Palau Blaugrana, que ayer impidió a los blaugrana acercarse a posiciones más favorables. Pero aun así... En vista de ello y de la clara superioridad local en el rebote (11 a 4 entonces) y no digamos en valoración estadística (30 a 6), la gran noticia del primer cuarto para el Barça fue que acabara con sólo 6 puntos de desventaja (20-14).
Pero lo peor estaba por llegar. Lejos de prometer una recuperación de los visitantes, el segundo cuarto comenzó con un 9-1 que dio a los malagueños una impensable ventaja de 14 puntos: 29-15 a los 12m 53s. Xavi Pascual no paraba de cambiar y cambiar, pero no daba con la tecla. El rebote seguía siendo local y esta vez incluso Golubovic estaba bien en este aspecto, por lo que Suárez y Fran Vázquez, los mejores el miércoles, solamente fueron el octavo y el décimo en la rotación de Joan Plaza. Granger recordaba al que fue elegido mejor base de esta Liga y como el ataque blaugrana era un desastre sólo faltó que apareciera Kuzminskas con un par de canastas, la primera un tremendo mate con tiro libre adicional, para que la diferencia se disparara hasta los 19 puntos (41-22). En el descanso (41-24), el Barcelona acreditaba un pésimo 38% en tiros de dos puntos y un pavoroso 3/15 (20%)
14/VI
BarcelonaValència
91-60 91-70
Unicaja Barcelona
89-84
2 en triples. Y Navarro, Hezonja (éste, titular sorpresa) y Abrines seguían a cero, como en el tercer encuentro. Entre los tres acabaron con 0/11 triples.
Una suspensión de Stefansson puso el 44-24 a los 21m 33s. Sería la mayor distancia, pero no por mérito de los visitantes sino porque los locales se vieron pronto al límite de sus fuerzas. El tercer periodo fue en gran parte un desafío entre dos ataques desastrosos. Ya muy al final, el único triple del Barcelona, de Thomas, redujo su desventaja a 12 puntos (52-40), pero Vasileiadis lo contarrestó con el único del Unicaja.
Quince puntos abajo, algo tenía que inventarse Xavi Pascual para tener una opción. Y fue una zona 2-3 que se iniciaba con una presión muy alta, a toda pista. Un enorme agobio para el rival, que dudó y falló mucho. Pero el Barça no metía un triple y seguía flaqueando en el rebote. Así era muy difícil remontar, aunque 7 puntos seguidos de Navarro le permitieron soñar. Por poco tiempo. Siguió un parcial de 8-0 y con el 6752 acabó todo a falta de 3m 19s.