Los precios ya suben en Catalunya, Baleares y el País Vasco
La inflación crece en tres comunidades: Catalunya, Baleares y el País Vasco
Catalunya, Baleares y Euskadi abandonaron en mayo las cifras negativas de inflación que les habían acompañado durante meses. Los precios subieron hasta el 0,2% en Baleares y el 0,1% en Catalunya, con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que en el País Vasco se situaron en el 0%. Son las primeras comunidades en cruzar la línea de la inflación pese a que la media estatal está todavía en negativo por onceavo mes consecutivo (algo que no ocurría desde que existen estadísticas). Así, frente al año anterior, el índice de precios al consumo (IPC) se elevó hasta el -0,2%, cuatro décimas más que en abril. Este repunte se debe, sobre todo, al incremento de los transportes –por la subida de la gasolina– y los alimentos. También han pesado las subidas de los servicios telefónicos, los hoteles y los viajes organizados.
Los alimentos frescos tienen mucho que ver con el repunte del IPC ya que, de manera inesperada, subieron hasta el 2,3% –por ejemplo, la previsión de Funcas era del 0,8%–. Este encarecimiento se debe en buena parte las frutas, cuyos precios aumentaron un 9% en comparación con el mes de abril. Según destacan los analistas de Funcas, el incremento de la inflación fue superior a los esperado y responde a “la desviación al alza con respecto a lo previsto en los alimentos no elaborados y en los servicios”.
El precio de los productos energéticos continúan en caída, pero de forma cada vez más sua- ve. Si en mayo la tasa interanual supuso un descenso del 6,4%, el mes anterior fue del -7,2%. En el caso concreto de los carburantes y lubricantes, la bajada es del 7,4% mientras que en el mes de abril llegó al -9,5%.
Por comunidades autónomas, la tasa interanual de mayo ronda la media española en Comunidad Valenciana, La Rioja y Madrid (-0,1%), Andalucía y Navarra (-0,2%), además de Murcia (-0,3%). Aragón, Asturias, Cantabria, Galicia, Castilla y León y Extremadura, que en abril tenían un IPC de hasta el -1%, ya se sitúan en el -0,4% y -0,5%. Los registros más bajos siguen siendo los de Canarias y Castilla-La Mancha con una tasa del -0,6%. En el otro lado de la tabla, Baleares y Catalunya alcanzaron terreno positivo por primera vez desde noviembre del 2014.
Si se toma la variación mensual, el IPC se incrementó el 0,5% –dos décimas más que en abril–, influido por la subida del transporte, el vestido y el calzado, los alimentos y bebidas no alcohólicas y las comunicaciones. En cambio, marcaron una tendencia negativa los precios de ocio, cultura y vivien- da. La inflación subyacente, donde no figuran los elementos más volátiles como los combustibles y los alimentos frescos, se incrementó en dos décimas, hasta el 0,5%. Para los analistas de BBVA Research, “la inflación subyacente explica la mitad de la mejora del índice general en mayo”.
En cuanto a la comparación con el resto de países de la zona euro, el diferencial de precios es favorable a España en siete décimas (el índice armonizado de la unión monetaria es del 0,3%). El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, destacó ayer que esta diferencia “permite a España ganar competitividad y mejorar sus exportaciones”.
Ahora, parte del análisis se centra en cuánto tardará la tasa interanual del IPC de España en volver a ser positiva, a medida que se atenúa la bajada de los combustibles en comparación con el año anterior. En línea con las previsiones de los analistas de los últimos meses, el secretario de Estado de Economía calculó que la tasa de inflación será positiva a finales de años, “ya que se está disipando el impacto negativo de la caída de los precios del petróleo”. Desde BBVA Research hablan también del segundo semestre del año.
Funcas, que ha revisado al alza su previsión sobre la evolución de los precios para este año, estima que espera en diciembre la tasa interanual será del 1,3% y la media del año del -0,2%, siempre y cuando el precio del petróleo se mantenga en los niveles actuales.
Ayer, la patronal CEOE se sumó a aquellos que prevén varios meses más de inflación negativa –su previsión es que se mantenga así “la mayor parte del 2015”–. Y usó esta estimación, en línea con la evolución del resto de miembros de la eurozona, para continuar incidiendo en políticas de contención de los salarios. “Cualquier deterioro de la competitividad supondrá una limitación para la recuperación de la economía española, por lo que se debe continuar con la moderación salarial para aumentar la competitividad y por lo tanto favorecer la creación de empleo”.
Por su parte, los sindicatos UGT y CC.OO. coincidieron en reclamar en cambio un aumento significativo de los salarios, como la mejor forma para “asentar” el impulso de la demanda interna y lograr una consolidación de la recuperación económica que “llegue a la mayoría de la población”. Las organizaciones sindicales, asimismo, insisten en que las subidas salariales “pueden ser superiores allí donde las condiciones productivas lo permitan” a lo fijado en el acuerdo sobre negociación colectiva .