Un trago amargo para Francia

Dos siglos después, las heridas que la derrota de Napoleón en Waterloo dejó en la psique francesa siguen causando dolor. De momento, París sólo ha confirmado la presencia de su embajador en Bélgica en los actos conmemorativos que el 18 de junio tendrán lugar en el escenario de la batalla, mientras que el campo vencedor enviará representantes al máximo nivel. Allí estarán los reyes Guillermo y Máxima de Holanda, el duque de Kent, los jefes de Estado y de gobierno belgas... El bicentenario de la “gloriosa derrota”, como los franceses llaman a veces a la batalla para escarnio de los ingleses, les ha dado otros dolores de cabeza. París se movilizó para frustrar los planes de Bélgica de lanzar una moneda de dos euros conmemorativa de la batalla, alegando que es un “símbolo negativo” en Francia y “perjudicial” para Europa. Los belgas no se amilanaron y, dando muestras de su surrealista creatividad, acaban de acuñar una de 2,50 euros. Para eso no necesitan permiso.