Carmena inaugura una revolución de políticas y estilo para Madrid
La alcaldesa abre las puertas al empresariado a un Ayuntamiento sin corrupción
Mientras dentro y fuera del palacio de Cibeles sus partidarios lanzaban ya los primeros gritos de “¡Tú nos representas!” y “¡Sí se puede!”, Manuela Carmena hacía del llamamiento a la conciliación, y sobre todo del intento de disipar temores, el cogollo de su discurso de estreno como alcaldesa de la capital española. Tras ser elegida sin sobresaltos con los 20 votos de su plataforma, Ahora Madrid, más los 9 de los concejales socialistas, la exjuez de 71 años anunció un vuelco en políticas y formas al que convocó a ciudadanos, funcionarios, empresarios, asociaciones cívicas y al resto de los grupos políticos, con mención expresa a sus casi socios del PSOE y al grupo de 7 ediles de Ciudadanos encabezado por Begoña Villacís.
“Queremos gobernar escuchando, que nos llamen por el nombre de pila y nos tuteen”, dijo Carmena en una votación a la que el runrún previo sobre un posible tamayazo o voto trásfuga como el de 2003 en la Comunidad había conferido un morbo especial. Casi todo salió según lo previsto, aunque en la sesión no faltaran gestos e intervenciones que la animaran. Así, llamaron la atención el celo de la alcaldesa por no perder de vista su bolso –de dimensiones considerables y que llegó a posar en la mesa presidencial–, la decisión de algunos concejales de Ahora Madrid de prometer el cargo “por exigencia legal” o el latinajo que añadieron los también miembros de esa agrupación Pablo Carmona y Guillermo Zapata: “Omnia sunt communia” (todo es de todos). El secretario no lo entendió y se lo hizo repetir a Zapata, que lo reiteró así: “Prometo omnia sunt comunnia, pero vamos, que prometo”.
La flamante alcaldesa insistió en su propósito de “seducir a los que no nos han votado y convencer a los que dicen que tienen miedo” al giro en la política municipal. En referen- nuestro trabajo tenemos que tener presentes las caras de las personas a las que les suceden”, dijo.
Bajo la mirada y la sonrisa del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que junto con su número dos, Íñigo Errejón, y el exdirigente Juan Carlos Monedero acudieron al pleno, lo mismo que el candidato de IU Alberto Garzón, Carmena avanzó su plan de organizar “plenos programáticos monográficos” sobre los grandes temas que abordar: vivienda, empleo, limpieza, participación ciudadana, igualdad, medidas contra la corrupción... En estas reuniones primarán el análisis y los informes de los expertos –en lo posible, funcionarios del propio Consistorio– antes que los discursos partidistas. “Y no quiero ver que se juega con maquinitas o se mira el teléfono mientras otros hablan”, avisó.
La regidora incidirá en una “política de los cuidados” que asoció a “la
“Queremos gobernar escuchando, que nos llamen por el nombre de pila y nos tuteen”, proclama Carmena