La Barcelona de Ada Colau
LA activista Ada Colau, que asumió ayer la alcaldía de Barcelona gracias a los apoyos de ERC, PSC y CUP, llega con la intención de promover la igualdad entre los barceloneses y revisar los grandes objetivos de la capital catalana, especialmente en materia de infraestructuras y servicios. En su primer discurso como alcaldesa, se refirió de manera reiterada a la necesidad de un cambio en la forma de gobernar, para hacerlo “con los ciudadanos y no en nombre de los ciudadanos”. Pero asumió que no será fácil –“no somos ingenuos”, dijo– y apeló al diálogo con todos los grupos y con los vecinos de los barrios. “Antes que nada –se definió– soy una vecina que ha sido elegida alcaldesa y que estará a pie de calle para escuchar”. Y añadió que, aunque su grupo es nuevo, “tenemos una larga experiencia en la lucha, con unos referentes y unos valores muy claros”.
La primera mujer en llegar a la alcaldía de Barcelona en su larga historia dijo que trabajará para que Barcelona sea también un referente mundial en la nueva forma de gobernar que reclaman los ciudadanos, profundizando en la democracia, en la transparencia y en la participación activa de los vecinos, a los que reclamó apoyo cuando sea preciso. Después de recordar su origen aragonés y soriano, defendió el derecho de los catalanes a decidir su futuro y prometió empeño en poner orden, revisar con lupa todos los contratos, honestidad y rendición regular de cuentas. Y convocó a todos los grupos municipales a apoyar un código de actuación para reforzar esa demanda ciudadana.
Ada Colau llega a la alcaldía tras una intensa actividad en defensa de los derechos de los vecinos. Una impronta que no escondió en su primer discurso y que culminó dirigiéndose a los vecinos que acudieron a la plaza de Sant Jaume, a los que prometió una Barcelona abierta, justa y solidaria. Un enorme reto por delante.