CATEDRALES desde otra perspectiva
Visitas únicas descubren lo desconocido de las seos
Bajo el tejado de la catedral de Sant Pere de Vic, un entresijo de pequeños tabiques se encarga de sostener la estructura que da cobijo a las magníficas bóvedas blancas de la seo que mandó reconstruir el obispo y abad Oliva durante la primera mitad del siglo XI. Una interesante obra de ingeniería casera que se realizó durante la época de penurias que marcó la economía de la década de los cuarenta, tras quemarse el tejado en 1936. El espacio pudo verse en una visita única que el obispado de Vic organizó en el marco del proyecto Catalonia Sacra, que este 2015 prevé visitas singulares a las catedrales catalanas como reclamo turístico.
“H sido una visita restringida a un grupo de 20 personas porque se pasa por lugares complicados entre el tejado y las bóvedas. Aquí se construyó después de la guerra una red de tabiques, en vez de grandes vigas, porque no había dinero. Es un espacio mágico que da una visión de la catedral hasta ahora inédita”, explica Dani Font, coordinador de Catalonia Sacra. Rafael Vila, arquitecto director de las obras de restauración que se han llevado a cabo en la catedral estos últimos años, ha sido el encargado de dirigir el re- corrido. A la de Vic le seguirán otras propuestas singulares en las catedrales de La Seu d’Urgell, Tortosa y Girona. “Todo forma parte de la voluntad de explicar bien el patrimonio religioso dentro de su contexto y valor”, señala Font, a la vez que “generar una actividad turística que contribuya al mantenimiento del propio patrimonio”.
Otra oportunidad única es la que brindará la catedral de Santa Maria de Girona, que permitirá por primera vez traspasar las ba- rreras para acceder al altar mayor y contemplar in situ, y no desde la distancia, el valioso baldaquín recién restaurado, considerado uno de los conjuntos más importantes de la orfebrería europea del siglo XIV, así como el retablo, una obra de plata, oro, esmaltes y pedrería que se fecha en el siglo XIV. “Obras de esta magnitud están en museos”, advierte Font, para poner en contexto la singularidad de la visita, en fechas todavía por determinar.
A la iniciativa también se suma la catedral de Santa Maria d’Urgell, la última catedral románica de Catalunya, que añadirá un plus a su visita ordinaria. “Se trata de culminar el recorrido accediendo a un pasadizo elevado a unos 15 metros que hay alrededor del altar del presbiterio, un pasadizo cuyo uso todavía se desconoce, pero que aporta unas vistas espectaculares hacia el Cadí y hacia el interior del templo, sobre el órgano”, explica Font. La visita culminará con un concierto de música antigua fruto de la colaboración que este año se inicia con el Festival de Música Antiga dels Pirineus.
Finalmente, la catedral de Tortosa se sumará a la propuesta con una visita al coro, una magnífica pieza renacentista de madera, tallada de una sola vez, que estaba en el centro del altar y que como en muchas otras catedrales se quitó para dar más espacio a los feligreses.
Este año, el proyecto Catalonia Sacra promoverá más de 40 actos culturales y ofrece también la posibilidad de realizar rutas a la carta que se canalizan a través de la remodelada web del proyecto (CataloniaSacra.cat). Todo con el objetivo de poner en valor y convertir en lugares de visita el vasto patrimonio cultural de la iglesia, más allá de los iconos turísticos como la Sagrada Família (3,2 millones de visitantes) y Montserrat (3,4 millones).
Catalonia Sacra organiza 40 actos y rutas a la carta para poner en valor el patrimonio de la iglesia