Alicia Sánchez-Camacho
Llega Alicia con traje chaqueta de rayas, besa a todos y, torera como es, se quita la americana y la deposita encima de una silla. Se queda con una blusa sin mangas blanca que deja al descubierto su Rolex plateado. Habla sin parar. Al contrario que muchos políticos, en ningún momento ha mirado a su jefe de prensa. Alicia Sánchez-Camacho sabe más de lo que cuenta. Debate educadamente con Vicent Sanchis y Jaume Barberà y se las tiene de una manera divertida con Tian Riba, al que, al margen de no contestarle la pregunta, le llama coloquialmente “fill” y “rei” (ni una cosa, ni la otra). Otra cosa es Gonzalo Bernardos, que le suelta un mitin contra la manera como ha gobernado Rajoy y le habla incluso de que el PP entiende su mayoría absoluta como las “legiones romanas”, es decir, aplastando a los contrincantes. Alicia le responde: “Tengo más educación y más nivel democrático que usted”. Se encienden los ánimos mientras la líder popular se toma un café. Cuando se va Alicia (que está preocupada por saber dónde se va a llevar a su hijo Manuel de vacaciones) hace un aparte con Tian y con Vicent y, al abandonar el estudio, pasa por detrás de Bernardos, le da dos besos y se despide con un: “Hasta luego, legionario”.