Obligado vacunar
La norma elimina la objeción personal o los motivos religiosos como excusas
El estado norteamericano de California podría aprobar en breve una ley que obligará a los niños a vacunarse para poder asistir a la escuela.
Ni las amenazas de muerte recibidas, que en un país de ciudadanos armados no se deben despreciar a la ligera, le han hecho temblar o cambiar su convicción.
“La ciencia mantiene de forma inequívoca que las vacunas son seguras y salvan vidas”, afirmó Richard Pan, pediatra y representante demócrata en el Senado del estado de California.
Richard Pan y su colega en la Cámara Benjamin Allen, y exmiembro del consejo escolar de Santa Mónica, son los impulsores de una ley en la que se fija la obligación de que los niños sean vacunados para asistir al colegio.
En un estado con un fuerte y creciente arraigo del movimiento en contra de estos sueros, la media surge después del brote de sarampión que se registró este pa- sado invierno. El foco de propagación, que afectó a cerca de 200 menores, se halló en el parque californiano de Disney.
La regulación fue aprobada la noche del lunes y el gobernador Jerry Brown no se lo pensó mucho a la hora de firmarla, cosa que hizo ayer. De esta manera adquiría vigencia esta estricta norma en la que no se permite que los padres aleguen motivos personales o creencia religiosas para evitar sus hijos no reciban vacunas.
El índice de vacunación en el Golden State es uno de los más bajos en EE.UU. Durante las negociaciones en el Senado, las manifestaciones de los opositores a esta media, conocida como SB 2277, se han reiterado a diario. “Mi hijo, mi elección” o “La libertad de elegir importa” son una muestra de los lemas coreados. Algunos de los participantes aseguraron ante las cámaras que sus hijos sufrieron graves problemas como reacción al suero.
Tras la aprobación, la presión recayó sobre Brown. Su visto bueno coloca a California como uno de los estados más duros en este terreno, junto a Misisipi y Virginia Occidental.
Jerry Brown disponía de plazo hasta el 13 de julio. “La ciencia tiene claro que las vacunas protegen a los niños contra un buen número de infecciones y enfermedades peligrosas”, apuntó en un comunicado al ratificar el texto. “Aunque sea cierto que en cualquier intervención médica se asume un riesgo –añadió–, las pruebas señalan los poderosos beneficios de la inmunización y protección de la comunidad”.
Sólo niños con prescripciones médicas, como alergias o deficiencias inmunológicas, serán excluidos de esa obligación para poder ir la escuela pública. En los colegios privados se mantendrá esa misma regulación. Los que sin justificación no reciban la vacuna, quedarán fuera del sistema educativo. Sus padres tendrán que dar las clases en casa. Los republicanos que perdieron la votación dijeron “es un ataque a nuestra libertad y una violación de los derechos como padres”.
En cambio, los grupos provacuna celebraron la innovación legal. Los padres de este colectivo sostienen que les atemoriza la fractura sanitaria por los que se niegan a la prevención. Los científicos recordaron que esa opción individual representa una amenaza colectiva y una carga económica que revierte en los contribuyentes, sin excepciones.
El gobernador firma la ley: “Hay pruebas de los beneficios y la protección de la comunidad”