Decapitadas por brujería
Continúa la escalada de brutalidad del Estado Islámico
Con una espada y con la característica frialdad de siempre, militantes del Estado Islámico decapitaron el lunes y el domingo a dos mujeres y a sus respectivos maridos. La razón: brujería. Como un déjà-vu de la caza de brujas en la antigua Eu- ropa, la milicia terrorista acabó con la vida de dos mujeres por “brujas” en la provincia siria de Deir Ezzor. Es la primera vez que se corta la cabeza a mujeres desde que hace un año nació el califato, dónde la lapidación por adulterio era hasta ahora la única práctica conocida para ejecutar mujeres.
“En el pasado habíamos escuchado esas versiones, pero no podíamos probarlas. Esta vez, sin embargo, nuestros activistas fueron testigos de ambas decapitaciones”, explicaba el presidente del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, Rami Abdel Rahman.
Además de estas cuatro muertes, otras cinco personas fueron flageladas y en su cuello se les colgó un cartel que decía: “Se les crucifica todo el día y se les azota con 70 latigazos por romper el ayuno del Ramadán”.
Estos actos llegan días después de que se conociera la escalada de brutalidad en las técnicas usadas por el grupo terrorista, algunas de ellas mostradas en un vídeo publicado el pasado 23 de junio en las redes sociales. En él se podía ver una jaula de prisioneros que se hundía en el agua de una piscina, ahogando así a sus prisioneros. Un coche golpeado por un bazoca, o una cadena de hombres aniquilados con explosivos colocados estratégicamente en el cuello.
En Yemen, un ataque contra dos hermanos y líderes rebeldes hutíes acabó con la vida de al menos 28 personas en la capital del país: una bomba se arrojó cuando ambos, Faycal y Hamid Jayache, atendían el funeral de un familiar, cerca del hospital militar de Saná. Es uno más de los múltiples atentados antichiíes que llevan produciéndose en las últimas semanas. El 20 de junio, un coche bomba en una mezquita ya provocó dos muertos y 16 heridos.
Según varios testigos, los rebeldes han intensificado ahora el control del centro de la ciudad, permitiendo acceder sólo a los servicios de emergencia para evacuar a las víctimas.
Los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, se han apoderado de vastas extensiones del Yemen desde que lanzaron una ofensiva en julio del año pasado. Hasta el presidente del país, Abredrabbo Mansour Hadi, tuvo que huir a Arabia Saudí.
Ni las conversaciones de paz en Ginebra, ni una campaña aérea saudí iniciada en marzo ha conseguido expulsar a los rebeldes del poder y, según parece, la ofensiva no va a cesar.
Es la primera vez que se corta la cabeza a una mujer desde que hace un año nació el califato