Yu contra el Gran Timonel
De qué sirve la revuelta? ¿Y el sacrificio? ¿Cómo hablar del mundo sin abstraerse de uno mismo? Y, ¿cómo hablar de uno mismo sin olvidar- periodista chino Yu Dongyue 17 años después de su detención por haber lanzado, junto a otros dos compañeros durante las protestas de Tiananmen, huevos llenos de pintura contra el retrato del Gran Timonel, Mao Zedong.
Yu fue encarcelado, casti-
Fina Rius y Mar Ulldemolins en una escena de Penso en Yu, que se estrena en la Sala Beckett
se del mundo que nos rodea? Son algunas de las preguntas a las que la gran dramaturga quebequesa Carole Fréchette se enfrenta en Penso en Yu, una pieza que hoy se estrena en la Sala Beckett dentro de la programación del festival Grec y en la que Madeleine, una mujer en crisis existencial, encuentra una noticia en el periódico que cambiará su trayectoria: acaban de liberar al gado, torturado y, más de tres lustros después, liberado por enfermedad mental. Y su vida obsesionó primero a la propia autora, Fréchette, y, más tarde, a su personaje, Madeleine, que lo descuidará todo para embarcarse en reconstruir la historia del valiente periodista. Una obsesión comprensible: como recuerda Imma Colomer, que es la directora de Penso en Yu –que prota- gonizan Fina Rius, Mar Ulldemolins y Pep Ferrer–, para la gente de la generación de la autora, los que vivieron el mayo del 68, Mao fue una figura idealizada que, años después, “vieron que sólo fue un dictador que causó mucho daño”.
Y, recuerda, la protagonista, en crisis existencial, comienza a investigar, en vez de a ella misma, a Yu, y a través de Yu, lo que a ella le sucede. Además,“por azar se cruzará un vecino estoico que cree que es inútil hacer nada porque es imposible cambiar las cosas, y con una estudiante china a la que ha de dar clases de francés por un compromiso”. Una estudiante que ha marchado de su país y no quiere saber nada de su historia y que, al final, acabará aceptándola.