Catalunya, capital del sabor
Productores, cocineros y elaboradores celebran el reconocimiento de Catalunya como Región Europea de la Gastronomía 2016, juntamente con la región portuguesa de Miño
Producto, paisaje, talento, perseverancia, estrategia, formación, alta cocina, grandes restaurantes, fondas, bares, alimentación en casa, vanguardia, tradición, turismo, salud, sabor…, todo ello forma parte de la gastronomía y de todo ello se habló esta semana en la Pedrera durante la entrega del reconocimiento a Catalunya como Región Europea del Gastronomía del 2016. Un nombramiento que comparte con la región portuguesa de Miño en una iniciativa pionera que se espera que impulse el turismo gastronómico y cuyo programa de actividades se presentará en otoño.
En el acto, celebrado el jueves, se escucharon las voces de la universidad, las escuelas de cocina, la alta cocina, la investigación, el turismo rural o los agricultores. Carme Ruscalleda, que fue nombrada embajadora del acontecimiento, aseguraba a La Vanguardia que hay que aprovechar la oportunidad para impulsar la calidad de un sector que tiene talento, productos y medios para seguir mejorando día a día”. Rusca-
“En este país la palabra ‘gastronomía’ no es un invento ni poesía ni una moda”, dijo Carme Ruscalleda
lleda se refirió a Catalunya como un país lleno de oportunidades e iniciativa, “porque la creatividad está en el ADN catalán” y se confesó afortunada de estar en un momento tan estimulante y compartir un proyecto tan potente. “La palabra gastronomía en este país no es un invento, no es poesía, no es moda. Es una realidad tangible. Somos herederos de una cultura culinaria que viene de muy antiguo, con un poso de recetas burguesas, payesas y marineras”. La cocinera aseguró que es una suerte contar con una figura como la de Ferran Adrià, “que enciende el foco, inspira, anima y es una suerte contar con los Roca. Su suma nos refuerza aún más. Y el mundo entero nos observa” y aseguró que la gastronomía es la postal amable y atractiva de este país. “Somos Mediterráneo, lo hemos de saber cuidar, somos huerta, tenemos que defender los jardines llenos de vida, somos montaña y corral, los hemos de proteger, somos industria creativa, creciente e innovadora, somos industria vinícola, emergente y original, somos motor creativo, motor económico, docente y formador. Creemos, provoquemos e impulsemos”.
Ferias, mercados, congresos, encuentros del sector agroalimentario e iniciativas gastronómicas o de enoturismo se integrarán en la agenda de esta capitalidad que impulsa una plataforma de regiones europeas y que administra el Institut Internacional de Gastronomia, Cultura, Arts i Turisme (IGCAT). Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las regiones europeas y destacar las diferentes culturas gastronómicas que conviven en el viejo continente. El proyecto despega cuando se cumplen diez años desde que Barcelona fue capital gastronómica de Catalunya. “Un reto y una responsabilidad”, según el conseller de Empresa i Ocupació, Felip Puig, y, para muchos, una ocasión que llega en un momento excelente y que no puede dejarse escapar.