La fábrica de porteros
Aquí no existe una escuela propiamente catalana o española de porteros de balonmano, como son las reconocidas nórdica, la balcánica o la rusa, pero tenemos muchos elementos particulares, de mucha calidad”. Xavi Pascual no lo dice por humildad, pero debería añadir que de la modesta escuela autóctona, que tanto él como David Barrufet han fomentado y perfeccionado en los últimos años, tanto en el Barça como en el Campus Bauhaus de porteros, han surgido algunos de los mejores guardianes del gol. Ahí están Gonzalo Pérez de Vargas, Rodrigo Corrales o Nacho Biosca. O, del fecundo vivero de Granollers, Pol Sastre, Vicente Álamo o Xavi Pérez, dignos herederos del gran Jaume Fort.
La portería es seguramente la posición más relevante y decisiva del balonmano. Y los clubs y responsables técnicos han empezado a tomar conciencia de ello. “Nuestro objetivo en el Campus Bauhaus es demostrar al portero que el suyo es un puesto muy espe- cífico e importante, que exige más trabajo para aprender y una metodología especial para mejorar”, el método Pasqui que introdujo en el Barça cuando llegó como preparador de porteros en el 2005, reclamado por Xesco Espar. Una metodología muy particular para trabajar la formación coordinativa, los reflejos, la agilidad y las habilidades motrices básicas con el uso de elementos extraños (pelotas de tenis, de ping pong y de bádminton, viseras, gafas oclusivas, cuerdas, escaleras...) que se pudo ver hace unos días en el Campus exclusivo para porteros dirigido por Pascual y por David Barrufet en Banyoles.
Participaron en las jornadas 85 porteros, 71 en el Campus (de alevines a cadetes, jóvenes de 10 a 17 años), y otros 14 en modalidad de Tecnificación, más específica, para juveniles y júniors (de 17 a 23 años). Porteros, en formación, amateurs y semiprofesionales, que enviaron clubs de las ligas española, alemana, portuguesa e italiana, que confiaron en la sabiduría de dos maestros como Pasqui y Barru. Los dos amigos llevan seis años colaborando para organizar estas jornadas técnicas, únicas en el panorama continental, que cuentan con monitores de gran experiencia, como Julio Rodríguez, portero y entrenador de porteros del Aragón; Jorge García Lloria, meta y preparador del Octavio de Vigo; Roger Font, entrenador de porteros del primer equipo del Barça; Luis Santos Silva, preparador de la base azulgrana; Roi Sánchez, entrenador de porteros del Hannover alemán; Jordi González, portero y entrenador del Bordils; Pau Puget, meta del Handbol La Roca, y Jordi Jòdar, preparador del OAR Gràcia de Sabadell. Un
Al llegar al Barça en el 2005, Pasqui revolucionó la preparación de porteros con pelotas de tenis y viseras Xavi Pascual, David Barrufet o Jaume Fort imparten su maestría en campus y ‘clinics’ para crear porteros, piedra angular del balonmano “Lo primero en lo que te fijas es que no cierre los ojos cuando le lanzas un balón fuerte”, dice Pasqui
equipo apoyado por el doctor Ignacio Muro y la fisioterapeuta Erola Madrigal.
Es probable que algunos de los mejores porteros de futuro del panorama estatal pasen por las manos de Pascual y Barrufet, dos ojos clínicos para detectar las jóvenes perlas, como sus últimos hallazgos, Gonzalo Pérez de Vargas, el meta blaugrana, escogido mejor portero de la Liga Asobal y considerado uno de los cinco mejores del mundo, y Rodrigo Corrales, otro producto de la cantera blaugrana, cedido al Wisla Plock, y con la brújula puesta en el Palau. “Lo primero en lo que te fijas es que no cierre los ojos cuando le lanzas un balón fuerte; hay gente que no puede remediar cerrar los ojos, es humano, pero entonces no ves el balón y no puedes parar”, explica Pasqui, que admite que la detección de potenciales cracks de la portería es una tarea complicada. “Hay que tener en cuenta muchas variables: que sean coordinados, que sean ágiles, pero también se consideran condiciones antropométricas, psicológicas, la capacidad que tienen de aprender, de absorber... y que no cierren los ojos...”, comenta el técnico barcelonés. “Aquí hacemos un trabajo más táctico, e intentamos coger lo mejor de cada uno, respetando el trabajo de cada club; hay muchos estilos, porteros que se tiran y otros que no, los perfiles son múltiples”.
Otra factoría de calidad en la formación de porteros es la de Jaume Fort, el exinternacional de Cardedeu (jugó en el Granollers, Cantabria, Lemgo o Ciudad Real, entre otros), que vuelve a Corea del Sur para realizar un clinic de preparación de guardametas. Ya estuvo en el país asiático hace dos años, y ahora regresa por tres meses más a impartir su maestría, como ya hizo como formador del curso de entrenadores o en la comisión de atletas de la IHF. Ventajas de ser un pedagogo de la portería y dominar el inglés, el alemán y el francés.