Aterrizaje en el Biz
Más de 12.000 emprendedores y pymes se han pasado esta semana por la quinta edición del salón BizBarcelona, en la Fira de Montjuïc.
Los visitantes, que se han incrementado un 26% este año, reflejaban la variedad del espíritu emprendedor del país: jóvenes con ganas de materializar lo que fue su proyecto de fin de carrera, sí, pero muchas personas de mediana edad, con ganas de capitalizar su experiencia profesional en un proyecto propio, o de dar un salto adelante hacia la profesionalización e internacionalización de sus pequeñas empresas. La nueva economía (con servicios de paquetería y consultoría para tiendas online) no excluye a la vieja, que ofrecía opciones para convertirse en agente de seguros, vendedor de inmuebles o franquiciante de hamburgueserías.Y los universitarios salidos de las facultades técnicas confluían con los profesionales de sectores como la hostelería y la construcción, los despedidos con una indemnización dispuestos a invertirla en un proyecto de autoempleo e inmigrantes con la ilusión de trabajar por una nueva vida.
Algunos acudieron a las sesiones concertadas con entidades inversoras, o con expertos en internacionalización o con asesores empresariales, pero otros muchos para asistir a las 198 conferencias, para buscar ideas para hacer realidad su sueño de independencia financiera o contactos para impulsar sus pimes.
El Biz, sin embargo, obliga a aterrizar de los sueños al duro día a día del emprendedor: junto a los stands institucionales (la Cambra, la Diputación, Pimec, Barcelona Activa, etcétera), el resto de expositores eran mayoritariamente empresas informáticas y de consultoría legal y contable. Queridos emprendedores: ¡bienvenidos al papeleo!