Caritat, la ‘Pasionaria catalana’
Una persona clave en la biografía de Mercader fue su madre, Caritat del Río, nacida en Cuba en 1892 e hija de uno de los últimos gobernadores de Santiago. De joven estuvo interna en colegios privados y fue novicia en las carmelitas descalzas. Frecuentaba el Liceu y la hípica y se relacionaba con la aristocracia. Culta y a la vez rebelde, se casó con 18 años y tuvo cinco hijos, pero no le iba la vida de casada y empezó a frecuentar los ambientes bohemios y anarquistas. Adicta a la heroína, su familia la obligó a una cura de desintoxicación en un sanatorio. Y al salir abandonó a su marido y se fue a Francia con sus hijos. Tras un intento de suicidio, se hizo comunista y durante la guerra civil tuvo un papel muy activo. Participó en el asalto a la Comandancia Militar y se dice que fue ella quien detuvo al general Goded. Más tarde fue a México para conseguir armas y de ese periodo surge el apodo de Pasionaria catalana. Estaba bien conectada con la cúpula del PSUC y la delegación soviética. Se fue al exilio y trabajó como espía. Estuvo en México para ayudar a su hijo en su misión y huyó sin ser detenida. La leyenda dice que como espía liquidó a varios “enemigos”. Acabó sus días en París, pintando, ejerciendo de abuela y... trabajando para la embajada de Cuba. Murió en 1975, en la cama, bajo un retrato de Stalin.