El pacto de San Enrique
Artur Mas, cuarto por la lista de Barcelona. Oriol Junqueras, quinto. Independientes en los tres primeros puestos, para reforzar la imagen de unidad –la más apreciada por los votantes soberanistas– y exhibir un simbólico paso atrás de la política profesional, última gran moda en el país de las confluencias, las mareas y las listas cívicas. Acentuación social en el nombre de la candidatura, para competir mejor por el flanco izquierdo.
Al frente de la lista de Barcelona, una personalidad independiente consensuada por CDC y ERC, que no será el jurista Carles Viver Pi-Suñer, que ha declinado tal posibilidad, por motivos personales. Al menos once independientes por Barcelona. Dos en las candidaturas de Lleida, Tarragona y Girona. Proporción entre CDC y ERC en la lista: 60/40, después de promediar los resultados de las tres últimas convocatorias electorales. La misma proporción regirá el gobierno de coalición que formarán CDC y ERC después del 27 de septiembre, si su candidatura conjunta obtiene la mayoría suficiente para tomar las riendas del Consell Executiu. Si logran la mayoría absoluta, o ningún otro candidato consigue reu- nir una mayoría alternativa, Artur Mas será elegido por tercera vez presidente de la Generalitat. ERC podrá aspirar a una vicepresidencia, que no necesariamente desempeñaría Oriol Junqueras. Sería el último mandato de Mas, conforme a las premisas por él mismo expuestas el pasado 25 de noviembre del 2014, fecha en la que propuso, por primera vez, una candidatura unitaria de los soberanistas catalanes, cosechando entonces una negativa rotunda de Esquerra Republicana. El pacto no incluye, de momento, la posibilidad de repetir la misma fórmula en las próximas elecciones generales españolas. ERC tiene reservas al respecto.
El hilo del laberinto catalán ha regresado a noviembre del año pasado, después de enredarse estas últimas semanas de manera casi irreparable. Mirándose de reojo, sin fiarse nada los unos de los otros y prosiguiendo sobre un nuevo tatami el combate de judo que les enfrenta desde hace años, CDC y ERC intentarán obtener una mayoría electoral que les permita gobernar el país y aprobar una declaración de independencia en el pleno del Parlament. Una declaración con la que podrían estar de acuerdo unos dos millo- nes de personas en Catalunya, sobre un total de 5,2 millones electores.
Estas son las bases del acuerdo alcanzado el lunes por Mas y Junqueras en el curso de una larga reunión en el Palau de la Generalitat, en la que las entidades Assemblea Nacional Catalana y Òm-
La lista soberanista aleja a ERC de un frente “en común” con las izquierdas amigas de Syriza
nium –amplificadores de la causa soberanista y órganos arbitrales de la densa pugna entre convergentes y republicanos–, retiraron la daliniana propuesta de una lista “sin políticos”. Esa fórmula, apoyada de manera entusiasta por Esquerra, habría significado la liquidación política de Mas, puesto que el presidente de la Generalitat debe poseer el acta de diputado. El combate de judo prosigue y la lista conjunta aleja a ERC –por ahora– de un frente “en común” con las izquierdas catalanas amigas de Syriza.
El pacto fue cerrado mientras retumbaban los cañones de Navarone sobre las posiciones griegas. Lunes, 13 de julio, festividad de San Enrique, emperador del sacro imperio romano germánico.