La Unesco alerta de la poca preparación del profesorado en el mundo
El papel de los educadores en la sociedad globalizada de las nuevas tecnologías sigue siendo esencial, maestros y profesores han de ser la guía que permita a los estudiantes desarrollar y avanzar a través del laberinto en constante expansión del conocimiento. Así lo indica el informe Repensar la educación. ¿Hacia un bien común mundial?, de la Unesco, que ayer se presentó en Barcelona y que plantea un cambio de óptica al proponer que se con- sideren “bienes comunes” en el mundo la educación y el conocimiento. Muchos son los puntos de análisis, pero al hablar de maestros y profesores se alerta sobre el peligro de deterioro de una profesión básica.
“Hay que invertir la desprofesionalización de los maestros”, indica la Unesco en su análisis. Tanto en el hemisferio norte como en el sur las tendencias apuntan a la entrada de maestros sin cualificación –por motivos económicos y por la falta de profesionales–, su precarización con conratos temporales, la reduc- ción de su autonomía, la erosión de su profesionalidad con pruebas estandarizadas, la intrusión de técnicas de gestión privadas y, sobre todo, el “abismo” entre la remuneración que reciben comparada con la de otros profesionales.
En cuanto al ámbito universitario, la Unesco explica que la expansión del acceso a una educación superior ha creado una necesidad enorme de profesores universitarios “pero no se producen docentes cualificados con la suficiente velocidad para satisfacer la demanda”. El informe considera que “es posible” que hasta la mitad de los profesores universitarios del mundo sólo tenga el título de grado. En gran parte del planeta, la mitad del personal académico está a punto de jubilarse mientras que salen pocos doctores para sustituir a los que dejan la profesión.
No es que el amplio documen- to de la Unesco se dedique en exclusiva a analizar la situación de estos profesionales, pero cuando se habla de educación y de bien común su papel es fundamental. Un concepto de bien común que supera la dicotomía entre lo pú- blico y lo privado, y presenta el acceso a la educación y el conocimiento como un aspecto básico para la realización de los derechos fundamentales de las personas. No sólo desde un punto de vista individualista sino en su dimensión colectiva y social, una forma de hacer y construir socie- dad. La Unesco apuesta por una visión humanista y holística de la educación, que tendría que servir de base para encontrar un nuevo modelo de desarrollo socioeconómico del mundo y respeto medioambiental, en un contexto en el que internet ha cambiado la forma de interactuar.
Esta visión holística significa atender los aspectos cognitivos, emocionales y éticos en la educación y centrado en el aprendizaje de competencias. Una idea de aprendizaje abierta que se extienda durante toda la vida porque uno de los principales problemas que se detectan es la distancia entre la educación formal y la ocupación.
Un número significativo de personas que entran en la educación formal, alerta el mismo informe de la Unesco, no obtendrán por primera vez los beneficios esperados: trabajo y la promesa de un futuro mejor.
La educación debe atender aspectos cognitivos, emocionales y éticos, según el informe