Juntos de nuevo en las calles
Tras un periodo en que no se hacían operaciones conjuntas, la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra vuelven con dispositivos coordinados
Realmente, el efecto vacío en materia de seguridad habido durante las primeras semanas del mandato de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, está todavía dejando sentir ciertos efectos derivados de esos días de desorientación en las plantillas y en los mandos, aunque por razones muy distintas. Producto de la parálisis en la concesión de horas extras en la policía local barcelonesa y ante la falta inicial de directrices internas, las operaciones conjuntas en que la Guardia Urbana colaboraba con los Mossos d’Esquadra se congelaron tanto como las prolongaciones de jornada de los urbanos. Esos dispositivos de comunión han vuelto. El pasado lunes hubo uno de ellos contra la venta ambulante. Las operaciones conjuntas están aquí.
Se da la circunstancia de que el considerado como el primer dispositivo conjunto de guardias y mossos, por así decirlo, de la era Colau, fue uno diseñado contra la venta ambulante. Se trata de una de las prácticas ilícitas que tanto se expandieron mientras duró la suspensión de los servicios extraordinarios en la Guardia Urbana –hoy recuperados paulatinamente– y que todavía no se ha logrado devolver a su estado comúnmente aceptado como habitual, aquel de antes de la congelación de las prolongaciones de jornada. Para tratar de frenar la venta ambulante de la zona conocida como Rambla de Mar, que comprende Colón y la zona del Maremàgnum, incluida la pasarela, se montó un dispositivo conjunto.
Por el lado de la Guardia Urbana participaron en el refuerzo miembros de la USP (conocidos como antidisturbios). De hecho, sólo con horas extras o prolongaciones de jornada pueden hacerse esos servicios extraordinarios, hasta hace bien poco en fase de suspensión. De hecho, sin ellos los cuadrantes veraniegos resultarían imposibles.
Durante el periodo estival, un 40% de la plantilla de la Guardia Urbana está de vacaciones (40% en julio y 40% en agosto). Del 60% restante, se calcula que un 7% está de baja por diferentes motivos. Así queda un 53%, que, además, tiene que hacer sus correspondientes fiestas semanales. La creación de los cuadrantes se convierte en una
El desbloqueo de las horas extras en la policía local de Barcelona permite retomar estos refuerzos
labor casi de orfebrería. Si no se dispone de prolongaciones de jornadas y horas extras resulta imposible incluso la adecuada prestación de los servicios ordinarios; los extraordinarios ni podrían plantearse. Esos temores, sin embargo, se han disipado por el momento coincidiendo con la llegada del comisionado de Seguridad, Amadeo Recasens, y del nuevo gerente de la Guardia Urbana, Jordi Samsó, y el desbloqueo de las horas extras.
Los dispositivos conjuntos con los Mossos d’Esquadra son consecuencia de esa reapertura en las concesiones de prolongaciones de jornada. Y, de hecho, sólo podrán mantenerse si se siguen concediendo dichas extensiones en los horarios laborales de la policía local barcelonesa.
La operación Xarxa, la de prevención de pequeños delitos en la red del metro, también es un dispositivo fijo en el que colaboran tanto guardias urbanos como mossos d’esquadra. En este caso, se cumple la vieja expresión de juntos pero no revueltos. Así es como se comportan ambos cuerpos respecto a esta campaña policial. Si uno envía 10 agentes al subsuelo, el otro, también. Parece que la Guardia Urbana ha enviado muchos menos estos últimos días aunque ya se están recuperando.