Excelencia artística
Intérpretes: Caetano Veloso & Gilberto Gil Lugar y fecha: Guitar Festival BCN Liceu (13/VII/2015) La lista de coincidencias y conexiones entre Caetano Veloso y Gilberto Gil es interminable. Bahíanos ambos, vinieron al mundo en el mismo verano de 1942, para encontrarse a mediados de los años 60 en la capital del estado, Salvador de Bahía. Allí dieron forma al tropicalismo, un movimiento cultural que no sólo transformó la música brasileña al conjugar el rock, la psicodelia y la vanguardia con los sonidos tradicionales bahíanos, sino que también extendió su influjo al cine, el teatro y las artes plásticas. Sufriendo los rigores de la dictadura militar brasileña, Veloso y Gil fueron encarcelados en 1969 y posteriormente deportados a Londres, donde vivirían tres años de exilio.
Con Two friends, one hundred in music, un espectáculo tête a tête de corte minimalista, estos dos astros de la música brasileña celebran conjuntamente sus primeros cincuenta años de carrera. Armados de sus guitarras y sus voces, y poniendo en liza con un encanto irresistible más de una veintena de canciones de sus respectivos repertorios, Caetano Veloso y Gilberto Gil encandilaron el pasado lunes a una audiencia entusiasta que llenó hasta la bandera el Liceu.
Gil abrió la veda con Back in Bahía, un exuberante tema de contornos rockeros que escribió en 1972 a la vuelta del exilio, muy bien secundado por los co- ros y guitarra de Veloso. Para luego cambiar las tornas, y con Veloso como voz principal, entonar el primer gran éxito de éste, Coraçâo vagabundo (1967), y enlazarlo con Tropicália (1968), otro tema de Veloso y a la sazón el himno más representativo del movimiento tropicalista. Tras otra de las primigenias composiciones de Gil, Marginália II, también hubo espacio para las versiones, ya fueran en clave brasileña y con éste como protagonista ( É luxo só de Ary Barroso), o en español ( Tonada de luna llena) e italiano ( Come prima) con Veloso como voz principal.
Ya en la parte final, y tras el célebre Expresso 2222 de Gil coreado hasta la extenuación por un público entregado, el tándem abordó algunas de sus fantásticas composiciones conjuntas, como Sao Joao, xangô menino o Nossa gente (Avisa lá). Una verdadera gozada. Con el público puesto en pie y obligados a bisar varias veces, Caetano Veloso y Gilberto Gil celebraron de manera triunfal sus cincuenta años de excelencia artística.