La peste y las máscaras
Antonin Artaud creía que el teatro, como la peste, debe transformar la sociedad, la vida, de arriba abajo. Debe hacer que, como emitiendo sonidos guturales, actuando como un poseído, provocando que la gente comenzara a marchar hasta que al final fue a pedirle a Anaïs Nin que le llevara a un café.
El escritor, dramaturgo y profesor Jordi Coca cuenta que descubrió esta poderosa La actriz Esther Bové protagoniza El teatre i la pesta en el teatro Akadèmia cuando irrumpe la peste, aparezcan aspectos de la condición humana que en circunstancias normales no aparecerían. Artaud lo creía y lo practicó con su famoso teatro de la crueldad. Y además ofreció una conferencia sobre ello en el año 1933 titulada El teatro y la peste, una charla a la que acudió Anaïs Nin y en la que Artaud se fue desmadrando, conferencia de Artaud cuando realizaba su tesis doctoral sobre Josep Palau i Fabre, y que desde entonces ha querido llevarla a un escenario. Y lo hace por fin ahora en el teatro Akadèmia con la actriz Esther Bové. Coca no quería reproducir las circunstancias de la conferencia, sino su contenido, dándole nueva vida a través de un personaje femenino. A través de una mujer que, vestida de forma elegante, espera con la cena dispuesta en una mesa exquisitamente arreglada a una persona que no llega. “Bebe mucho, hay llamadas telefónicas que no contesta, desesperación cuando ve quién la ha llama- do”, cuenta Coca, que apunta que la mujer es una actriz y en ese momento de pérdida de control el único texto al que quiere regresar no es ninguna ficción sino la conferencia en la que Artaud dice que “el teatro, como la peste, hace caer las máscaras”. Una mujer muy elegante que, a lo largo de la hora y media que dura El teatre i la pesta, experimenta una profunda transformación física y acaba maquillada casi como un clown.