Un entrante frío

Bartomeu y Laporta evitan saludarse antes del debate

No era necesario que Josep Maria Bartomeu y Joan Laporta se enzarzasen en una agria discusión nada más iniciarse el debate electoral de anoche en el Camp Nou para certificar que la fractura social entre los representantes de las últimas juntas directivas del club no presenta ningún signo de mejora. Minutos antes de que las cámaras transmitiesen discusiones y reproches, los dos expresidentes blaugrana protagonizaron tensas escenas de una guerra fría que ya evidenciaron diferencias irreconciliables. Cordial con los otros dos candidatos, Agustí Benedito y Toni Freixa, Bartomeu no estuvo por la labor de saludar a un Laporta que también lo evitó sin encontrar tampoco apoyo en sus otros dos excompañeros de junta. Ni una palabra entre ambos en esos minutos previos al debate, ni una simple mirada al sesgo cuando posaron hombro con hombro ante los medios gráficos.

A la soledad de Laporta, que se presentó en el Camp Nou chaqueta al hombro, con una impostada naturalidad, se sumó la impaciente busca de complicidades de Freixa, tratando de encontrar aliados entre los empleados del club y la prensa que esperaba a las comitivas en la entrada y los pasillos del estadio. Arropado por su mujer y sus dos hijos, Bartomeu fue por un día uno de los que navegaron mejor por uno de esos escenarios que siempre le son incómodos. Una broma de Ramon Adell también ayudó a hacer ese primer impacto más llevadero. “No hemos roto nada”, le soltó el presidente de la gestora. Aunque el que mejor se desenvolvió entre bambalinas, como ya marcaba el guión, fue un Benedito que también llegó junto a su compañera, habitual en toda la campaña.

Todos trataron de evitarse hasta el momento de la verdad. Adelantando hasta en veinte minutos la entrada en el estadio, como Freixa. O retrasando el acceso en coche, como Laporta, que trató de no coincidir en el parking con Benedito pese a llegar uno tras otro. Citado en último lugar, Bartomeu no dudó en forzar y llegar unos minutos tarde. Todos lo esperaban.