El juez rebaja las acusaciones contra Rato
El proceso excluye “por ahora” el blanqueo y el alzamiento de bienes
La defensa del exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato está logrando enderezar en el mes de julio un buen número de renglones judiciales que se le torcieron durante los meses precedentes. A la sustancial rebaja de la fianza por las tarjetas black acordada el pasado lunes por el juez Fernando Andreu, se unió ayer una resolución del magistrado Antonio Serrano-Artal, centrando exclusivamente en un supuesto delito fiscal las investigaciones iniciadas en abril pasado contra Rato por presuntos delitos de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales. El juez dice que “por ahora” no aprecia indicios que le lleven por este camino.
Esta investigación comenzó de forma espectacular, con el registro del domicilio y del despacho de Rato, con intervención de la Fiscalía de Madrid y luego de los fiscales especializados de Anticorrupción. Entonces se atribuyó al exdirector del FMI un supuesto intento de alzamiento de bienes que se relacionó con la elevada fianza –eran entonces 800 millones de euros- impuesta por el juez Andreu en el proceso sobre la salida a bolsa de Bankia. Luego aquella caución ya fue rebajada hasta los 34 millones, que eran los reclamados por los comparecidos en el proceso como perjudicados.
Tras esas primeras revisiones, la resolución dictada ayer vuelve a evaluar a la baja las responsabilidades del exvicepresidente, aunque no cierra capítulo alguno de los procedimientos que se siguen en su contra. La decisión del juez Serrano-Artal es consecuencia de un recurso presentado por la Asociación de Abogados Demócratas (Adade) contra el rechazo de su personación en la causa contra Rato. El magistrado sostiene que “el único delito que empieza a aparecer perfilado es el de contra la Hacienda pública”, sin conexión “por ahora” con hechos “que se puedan relacionar con actos de corrupción”.