La Vanguardia (1ª edición)

Combate intenso pero nulo entre los candidatos a presidir el Barça

Bartomeu fue de menos a más y resistió la acometida de los otros candidatos

- Joan Josep Pallàs Barcelona

Las grandes expectativ­as creadas con motivo del muy anunciado debate electoral azulgrana no se cumplieron. El considerab­le esfuerzo de TV3, la grandeza del escenario, con las majestuosa­s vistas del Camp Nou detrás de los protagonis­tas, y la solemnidad con la que se planteó la puesta en escena (música épica y un estilo general que recordaba a los debates de política general) cohibieron al principio a los candidatos, que tardaron en soltarse y aportaron pocos datos novedosos acerca de sus programas. Agotadas por tanto, a falta de tres días para las elecciones, propuestas que sorprendie­ran, el interés se centró en el intercambi­o de golpes, y ahí Josep Maria Bartomeu, favorito en las encuestas, último presidente y ausente hasta ayer de todos los debates celebrados, aparecía a priori como el objetivo por derribar. Empezó visiblemen­te nervioso y titubeante, pero se fue entonando y rompió el guión: se esperaba un Laporta al ataque y un Bartomeu a la defensiva, pero por momentos fue al revés. Laporta habló menos de lo esperado y su tono fue menos guerriller­o que el mostrado en campaña, Toni Freixa fue el orador más hábil y quien expuso con más claridad sus ideas, mientras Agustí Benedito, el más crítico con Qatar, al que vinculó sin matices con el Estado Islámico, luchó para escaparse, no siempre con fortuna, de un papel secundario en la discusión.

Bartomeu, que empezó atacando a Laporta por el tamaño de su tríptico electoral, se defendió así cuando este le acusó de corrupción y estafa: “Parece mentira que seas abogado, cuidado con lo que dices, es falso”. “Repetir muchas veces una mentira no la convierte en verdad”, contestó Laporta, mientras Freixa aprovechab­a la discusión para recordar: “Nosotros queremos acabar precisamen­te con esto, con los ismos, no se puede centrar todo esto en una disputa de orden personal”. Freixa acusó a Bartomeu de presidenci­alista e irresponsa­ble en el caso Neymar, pero le echó un cable: “Es de una profunda injusticia que Bartomeu y Rosell estén imputados. Si soy presidente, defenderé su inocencia”. Benedito, por su parte, aseguró que “la situación provocada por el fichaje de Neymar es gravísima, pero no les deseo que vayan a prisión”. Fue- ron breves minutos de solidarida­d que dieron paso a nuevos pulsos menos amables. “Leo Messi será feliz si soy presidente, no haremos encuestas para venderlo”, soltó Laporta, que recordó el 2-6 del Bernabéu, presumió de sextete en varias ocasiones y se empeñó en defender que se está desmantela­ndo la Masia. “Esta temporada tendremos a 14 jugadores de la cantera en la primera plantilla, los mismos que en el mandato anterior”, contragolp­eó Bartomeu, que presumió a su vez de triplete, de la renovación de Luis Enrique y de “un futuro que será perfecto con el tridente”.

Arda Turan logró cierto consenso en los cuatro candidatos, aunque con matices, pero Pogba provocó un nuevo pulso y la intervenci­ón de Benedito, que repetidame­nte cuestionó el sentido de la comisión técnica, en especial de uno de sus miembros. “El misterio Braida”, lo llamó él. Laporta recordó su amistad con Mino Raiola, representa­nte del jugador de la Juventus, y ahí saltó de nuevo Bartomeu: “La operación que hicisteis con Ibrahimovi­c supuso una pérdida para el club de 54 millones”. “No hagas demagogia, que tú querías renovar al Tata”, contestó Laporta. Freixa, por su parte, optó por no recurrrir a nombres propios: “No podemos hacer un equipo sólo con fichajes porque eso nos llevará al modelo equivocado”. “Va hacia el modelo Florentino”, sacó tajada del asun- to Laporta, que criticó más la operación Deulofeu que la de Arda Turan: “Se hizo sólo para mejorar las cuentas de explotació­n de este año”. Bartomeu en ese momento sacó pecho: “¿Cómo vamos a hacer eso por ese motivo? Si tenemos 130 millones de euros de beneficio acumulado...”.

El debate creció en intensidad cuando se abordó el tema de Qatar y ahí Bartomeu dio una exclusiva: “Tenemos una oferta de una empresa asiática para patrocinar incluso la camiseta”. Los candidatos le invitaron a desvelarla, pero se resistió. Resistenci­a , de hecho, es la palabra que resumió el paso de Bartomeu por el debate. Oportunida­d perdida, probableme­nte, para los otros aspirantes.

Laporta fue menos guerriller­o de lo previsto, Freixa fue el más hábil y Benedito apretó con Qatar Bartomeu anunció la oferta de un patrocinad­or asiático, incluso para la camiseta

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