El Pòsit de Arenys sale a subasta
Ports de la Generalitat abre concurso para adjudicar el emblemático edificio del puerto, cerrado por las deudas
“Puede seguir como restaurante si el adjudicatario presenta un proyecto técnico y económico solvente”. Así desvela Dolors Rodríguez, gerente de la empresa pública Ports de la Generalitat, dos de las principales exigencias que impone la administración catalana en el proceso de concurso de adjudicación presentado ayer y mediante el cual se puede revitalizar el emblemático restaurante Pòsit de Arenys, del puerto de Arenys de Mar (Maresme), cerrado a finales del 2014 y por el que ya se han interesado varios empresarios. La nueva concesión se renovará cada veinte años y con ello se pretende revitalizar económicamente toda la zona portuaria, según el plan especial impulsado.
Si bien los primeros que se han interesado apuntan a impulsar el que en la década de los noventa fue uno de los restaurantes más acreditados de Catalunya, el renovado plan especial del puerto también abre la posibilidad a que el edificio sea destinado a otros usos, como el turístico, comercial, deportivo, ocio, oficinas, administración y distribución de usos pesqueros. Un abanico de posibilidades que garantizan que el edificio ubicado en la entrada del puerto pesquero de Arenys de Mar no sea demolido. Aun así, el nuevo concesionario deberá res- tringir el espacio que ahora ocupa el Pòsit, con una superficie de 235 metros cuadrados repartidos entre dos plantas, un subterráneo que deberá desaparecer y un terreno adyacente de 543 metros cuadrados de los que la mitad se podrán destinar a terrazas. La adecuación del edificio a la normativa vigente se estima que tendrá un coste próximo a los 300.000 euros ya que precisa reformar los pavimentos y cierres y renovar las redes de servicios.
La decisión de mantener este inmueble va en consonancia con el proyecto que prevé construir varios edificios de servicios en la zona del contradique, que preside el restaurante. Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, Ports de la Generalitat impulsa la construcción de cinco locales donde también se podrán realizar idénticas actividades, excepto las de ocio nocturno.
El Pòsit de Pescadors sucumbió a partir del 2009 con la segunda concesión renovada a un empresario local que acumuló deudas que, sólo con el canon de la concesión, ascendían a 114.000 euros. A estas hay que sumar las de la Seguridad Social o la Agencia Tributaria, así como las contraídas con los trabajadores, que ya han ganado uno de los litigios que les otorga la propiedad de todo el material –muebles y maquinaria– que queda en el interior del restaurante. Asimismo, el Ayuntamiento de Arenys de Mar admitió que el restaurante había funcionado sin la licencia de actividades correspondiente, que no se podría renovar ya que las instalaciones técnicas no se adecuan a la normativa actual.
Durante los últimos dos años, antes de cerrar en marzo del 2014, el restaurante funcionaba de forma totalmente irregular captando energía de forma ilícita mediante un generador de gasóleo ubicado en el subterráneo del edificio y cuyas emanaciones causaron graves dolencias respiratorias a varios trabajadores. Por todo ello, la Generalitat inició en el 2013 un expediente de caducidad de la concesión que ejecutó a finales del 2014, una vez que los antiguos trabajadores optaron por no seguir con el negocio y hacer frente a las deudas de la instalación.
Puede seguir como restaurante o destinarse a usos comerciales o deportivos, entre otros