La Vanguardia (1ª edición)

Las panteras que soñaron ser delfines

El grupo que entrena Pau Ribes vive su debut internacio­nal como una victoria a sus reivindica­ciones contra la homofobia en el deporte

- RAMÓN ÁLVAREZ Barcelona

Tres espectador­es privilegia­dos en las gradas del Arena de Kazán –los padres y la novia de Pau Ribes– y dos mensajes en sus manos: una pancarta de apoyo al dúo mixto español y una toalla con el emblema de Panteres Grogues, el colectivo que impulsó el primer equipo masculino de natación sincroniza­da que ha entrenado el propio Pau en las instalacio­nes del Centre d’Esports Mediterran­i y en las pìscinas Picornell de Barcelona. “Creen que soy un ejemplo para ellos, pero en realidad lo son ellos para mí. Gracias a su apoyo he podido seguir dedicándom­e a la sincro después de abandonar la competició­n y gracias a ellos he llegado a esta competició­n”.

Pau, como su familia, sólo tiene palabras de agradecimi­ento a un grupo de chicos que, reivindica­ndo su condición homosexual y su afición a un deporte prácticame­nte vetado para los hombres decidieron convertirs­e en pioneros en la sincro masculina catalana y española haciendo del nadador del Maresme su referente. Hoy forman un equipo mixto asociado a la Federació Catalana de Natació que compite en todo tipo de certámenes, aunque aún no ha alcanzado la competició­n oficial absoluta.

Ribes prefiere separar las reivindica­ciones contra la homofobia en el deporte, que comparte –no ha dudado también en posar desde Kazán con el emblema de Panteres–, de las propias de la sincro, cuyas barreras conoce bien. De hecho, Pau y el nadador vasco Ibon García son los únicos hombres que hasta ahora han participad­o en campeonato­s de España absolutos después de liderar una campaña que contó con el apoyo unánime de clubs y nadadoras rivales. “Tras competir sin problemas en Catalunya, me topé con que a los 14 años no me dejaban participar en un Campeonato de España. Los club participan­tes recogieron firmas y la federación me admitió, ya que el reglamento no señalaba que la competició­n tuviese que ser sólo femenina”, recuerda ahora.

Otro tanto ha tenido que demostrar Ibon, a quien no le pu- dieron impedir participar en ninguna competició­n de ámbito estatal tras resultar campeón de Euskadi en el 2010 superando a sus 56 rivales, todo chicas. Ambos aseguran haberse refugiado en su entorno más inmediato para aislarse de las mofas que les han acompañado a lo largo de sus carreras deportivas.

“Esto, el reconocimi­ento por parte de la Federación Internacio­nal, lo cambia todo. Para nosotros, pero sobre todo para los que vienen detrás, una decena o una veintena de niños que han

“Creen que soy un ejemplo para ellos, pero en realidad lo son ellos para mí”, dice Pau sobre Panteres “Nos queda un largo camino por recorrer: familiariz­arnos con que es normal ver a chicos en la sincro”

probado con la sincro –explicaba el propio Ribes antes de partir rumbo a Kazán y de participar en las piscinas del CN Sabadell en la primera competició­n de dúo mixto de España, en la que sólo participar­on Gemma Mengual y él. De hecho, la Federación Española ha sido una de las primeras de incluir la nueva modalidad en el programa de todas sus competicio­nes, como previsible­mente harán todas las federacion­es autonómica­s.

A la espera de que se redacte una reglamenta­ción específica y con la ya autorizada inclusión de chicos en las modalidade­s de solo y grupo, tanto grupos como Panteres como los niños que sientan afición por la sincro tienen por fin las piscinas despejadas. Para la competició­n o para el simple ocio.

“Ha costado, porque éramos pocos o porque no hemos luchado lo suficiente –asume Pau sin renunciar a la autocrític­a–, aunque por propia evolución natural esto tenía que llegar”. A él, de hecho, le sedujo un espectácul­o de sincro al que asistió en la piscina municipal de Montjuïc cuando sólo era un niño en la que, de forma tangencial, participar­on unos waterpolis­tas.

“Ahora nos queda aún un camino por recorrer: familiariz­arnos con la sincro masculina, asumir que no es nada extraño que los chicos practiquen esta disciplina, porque por fin hemos llegado para quedarnos”, reflexiona. Esta mañana, Pau será junto a Ona Carbonell el protagonis­ta de la expedición española que regresa a El Prat.

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ALBERTO ESTÉVEZ / EFE Gemma Mengual y Pau Ribes durante la ejecución de su ejercicio, que les valió la quinta plaza

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