Las cuentas de verano preelectorales
Los partidos políticos de izquierda catalogaron el viernes de electoralistas los presupuestos del Estado puesto que se abre el grifo a la inversión pública y se hacen guiños a los 2,5 millones de funcionarios y, en menor medida, a los 9,5 millones de pensionistas con vistas a los comicios. El Gobierno entrante, tras las elecciones generales que se realizarán en otoño, estará, pues, atado de pies y manos ya que se encontrará con unos presupuestos aprobados. Resulta chocante que el anterior presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó las elecciones para no elaborar los presupuestos del año siguiente, el 2012. Y Rajoy, por el contrario, ha avanzado la tramitación de los del 2016. “Legislaremos hasta el último día”, sentenció. Queda por ver qué dice, también, la Unión Europea, que vigila el cumpli- miento de déficit, fijado en el 2,8% para el conjunto de las Administraciones en el 2016. En este contexto, diez comunidades autónomas ya han pedido que se convoque la conferencia de presidentes. Se trata de las siete que ahora gobierna el PSOE, así como Catalunya, Canarias y Cantabria, porque no cumplirán con su exigencia del 0,3% para el próximo ejercicio impuesta por Montoro.