Trece funerales y una boda
El Arsenal alza el primer título y Wenger rompe su maldición al ganar por fin a Mourinho
En el duelo número 14 entre Arsène Wenger y José Mourinho, el francés rompió por fin la maldición. En Wembley, el mejor escenario posible. Con un título en juego: la Community Shield. Con tensión en los banquillos, sin apretón de manos entre los entrenadores. Con superioridad en el juego. Y sin Alexis Sánchez. Así logró el Arsenal llevarse la victoria y el primer título de la temporada. Trece veces se había medido el alsaciano al luso y trece había caído derrotado. Hasta ayer.
Un precioso gol de Alex Oxlade-Chamberlain, con un disparo cruzado inabordable para Thibaut Courtois, fue el único tanto del partido. Fue un martillazo directo al muro del Chelsea. El Ar- senal rompió así una sequía de 506 minutos sin anotar ante los blues, que bajo el mando de Mourinho –separado en dos etapas– había mantenido su portería a cero desde 2007. La celebración de Wenger tuvo tintes de alivio, pues el francés sabía que su equipo no ganaba a los campeones de la Premier desde el 29 de octubre de 2011, cuando los del norte de Londres se llevaron el derbi por 3-5 en Stamford Bridge.
El mérito de esa racha de imbatibilidad había tenido parte de responsabilidad en los guantes de Petr Cech, que por primera vez tras once años y 494 partidos como blue se encontraba al otro lado, deteniendo los disparos de sus excompañeros. El checo evitó el empate en el 68, cuando desvió un tiro de falta de Oscar orientado a la escuadra. El portero no tu- vo un recibimiento hostil por parte de los seguidores del Chelsea. No pudo decir lo mismo Cesc Fàbregas, que cada vez que tocaba el balón escuchaba una estruendosa pitada gunner.
“Es más que un amistoso pero menos que un partido de liga”, lo definió Mou. Tanto lo creía el portugués que ni siquiera se vistió con traje. Con camisa y corbata roja, Wenger volvió a ser diametralmente opuesto al estilo de su homólogo. Tildado por Mourinho como “especialista en fracasar”, el galo tuvo en esta final la oportunidad perfecta para desmentir ese aura de perdedor que tanto le ha perseguido. Al decimocuarto intento, Wenger pudo descansar tranquilo: triunfo y título. Sin descanso, este sábado arranca la Premier. El Arsenal dio el primer golpe.