Cuando el peatón se la juega
Los casos de personas indisciplinadas que cruzan las vías de modo indebido suben en verano
Cruzar las vías por lugares o de forma indebida es una actividad de riesgo auténtico. Nadie cruzaría la AP-7 a pie por muy despejada que pudiera mostrarse. Ese es uno de los ejemplos que con más contundencia esgrimen quienes de un modo u otro están implicados en prevención de este tipo de temeridades. La cercanía de las vías del tren a lugares tan concurridos en verano como las playas hace que estas indisciplinas se disparen. Sus protagonistas son de todo tipo: jóvenes, jubilados, padres y madres con niños o ciclistas. La mayoría de ellos son bañistas que no está dispuestos a esperar a que la barrera se levante o a recorrer 150 metros para llegar a la otra orilla gracias a un paso subterráneo o uno elevado.
La ley del sector ferroviario considera una falta grave que se castiga hasta con hasta 6.000 eu- ros “el tránsito indebido en vías o en puntos no autorizados”. Y si existe una sanción es que cabe la posibilidad de una denuncia. Eso es lo que hacen los vigilantes de Renfe o de Adif cuando dan con alguien in fraganti cometiendo esta infracción. Sólo si se puede identificar de modo indubitable al indisciplinado es cuando prospera la sanción. “Los vigilantes no pueden estar persiguiendo a todo el que cruza las vías por donde no debe. No puedes tener todos los puntos vigilados”, explica un portavoz de Adif.
El doctor Lluís Borrás, experimentado psiquiatra forense, clasifica psicológicamente en dos cate- gorías a quienes deciden cruzar las vías de un modo temerario. El primero de los grupos es aquel cuyos miembros tienen un comportamiento similar al de un peatón que decide cruzar una calle en rojo. “Se trata de personas que persiguen la comodidad o un mecanismo de ganar tiempo”, explica este psiquiatra. Después están aquellos que se denominan “buscado- res de sensaciones”. Las personas con estos perfiles encajan en otras actividades tales como las de encaramarse a lugares peligrosos o realizar actividades de alto riesgo. “Son personas capaces de cruzar las vías cuando faltan escasos segundos para que pase el tren. Algunos pierden la vida”, sentencia Borrás.
Ya sea por motivaciones de una u otra naturaleza, desde el pasado mes de enero y hasta la segunda semana de julio se han interpuesto en toda Catalunya 444 denuncias a personas que han saltado a las vías y que con ello se han saltado
LEY DEL SECTOR FERROVIARIO
Esta actitud se castiga hasta con 6.000 euros, pues se considera infracción grave
SANCIONES CERCA DEL MAR
Adif ha tramitado más de 50 denuncias desde el uno de junio en zonas del litoral catalán
las leyes. De ese total de multas, 138 se impusieron en zonas del litoral. Existen dos polos importantes donde se concentran estas infracciones. Uno es al norte de Barcelona y otro el sur. En dirección a Tarragona, localidades como Cunit, Cubelles, Calafell o Segur de Calafell son las que se llevan la palma. Al norte, en la zona del Mares- me hay municipios como Sant Pol, Calella o Arenys de Mar.
Las estadísticas apuntan a la enorme proliferación de esta actividad incívica en la medida en que los termómetros cogen temperatura. Desde el uno de junio se han interpuesto 50 de estas denuncias en las dos zonas litorales, lo que da una idea de la aceleración que registra este fenómeno con el buen tiempo y el éxodo a las playas.
Por razones que faltan por concretar, este año parece estar siendo especialmente delicado en esta materia. O se producen más indisciplinas o los vigilantes de Renfe y Adif se aplican con tesón. Adif asegura que en verano refuerza la vigilancia de las vías.
Si se compara el mismo periodo del año pasado con el actual, se observa que el global de las denuncias interpuestas hasta la segunda semana de junio era muy ligeramente superior (483 frente a las 444 de este año). Sin embargo, las que se impusieron en zona litoral son muy inferiores (92).
Los datos se hacen mucho más reveladores si se tiene en cuenta que en todo el 2014 se interpusieron 146 denuncias en puntos de costa de toda Catalunya por cruzar las vías de forma indebida cuando ya a estas alturas del 2015 se contabilizan las citadas 138.
Desde Adif se señala que el problema de fondo es el incivismo de las personas, que acaba acarreando “peligros, arrollamientos y, en definitiva, víctimas”. “Debe hacerse pedagogía”, sentencia un portavoz de esta compañía propietaria de las infraestructuras ferroviarias.
Es a estas alturas del análisis cuando surgen los muertos y los heridos en las vías de Catalunya. Adif, en sus estadísticas, evita la palabra suicidio y utiliza la expresión “accidentes por actos voluntarios” que acaban en muerte o lesión grave. Los “actos voluntarios” multiplican siempre por tres, cuatro o cinco el número de los siniestros atribuidos al infortunio.
El psiquiatra forense Lluís Borrás comenta que el lanzamiento a las vías es uno de los métodos más
MUERTOS O HERIDOS GRAVES
Catalunya registra 32 accidentes en zona de vías desde el uno de enero al uno de junio
‘ ACTOS VOLUNTARIOS ’
Los suicidios son varias veces más numerosos que los casos habidos por puro infortunio
ABRIRSE PASO COMO SEA
Hay usuarios que perforan las vallas para habilitar un paso ilegal para cruzar
utilizados entre los suicidas que toman esa grave decisión en Catalunya. “Es un mecanismo muy sencillo de llevar a cabo”, puntualiza. Por su experiencia, la mayoría de los casos en los que ha intervenido o de los que ha tenido conocimiento por su actividad profesional, el lanzamiento a las vías sería uno de los cinco mecanismos más utilizados junto con la ingesta de pastillas, salfumán o lejía, ahorcamiento y precipitaciones desde edificios.
En el 2013 se produjeron 53 accidentes con víctimas mortales o heridos graves: 42 se produjeron por “actos voluntarios” (suicidios o intentos de suicidio) y 11 por accidentes. En el 2014 todas las cifras subieron. Se produjeron un total de 64 siniestros, de ellos 48 se debieron a “actos voluntarios” y 16 a situaciones derivadas de la mala suerte. Se dispone ya de los datos hasta 30 de junio de este año. Así, se han registrado 32 incidentes en las vías con muertos o heridos gra- ves, de los que 27 corresponden a suicidios o intentos y cinco a puros accidentes.
Aunque el debate esté abierto, ni las vallas o los cerramientos que aíslan las vías ponen coto a estas actividades incívicas aunque siempre resulte legítimo el reclamo de su existencia. El daño a las vallas es continuo. Se rompen o se perforan para abrir zonas de paso indebido. En muchas ocasiones, se llevan a cabo esas perforaciones para poder acceder a zonas de pla-
ya. Sólo en Cambrils se han tenido que reponer recientemente cuatro tramos distintos de vallas dañados por particulares para cruzar las vías. Adif recuerda que no es obligatorio el vallado en aquellos tramos en los que no se superan los 200 kilómetros por hora salvo en los casos excepcionales que pueda fijar la comisión nacional de investigación de accidentes ferroviarios. Esta entidad hizo recientemente algunas recomendaciones que la compañía, según el portavoz consultado, obedeció.
Adif recuerda, sin embargo, que según la ley si se levanta una zona urbanizada cerca de las vías han de ser los promotores los que las coloquen. “Se facilitan todos los permisos necesarios desde la compañía”, comenta el representante de la empresa propietaria de la infraestructura ferroviaria. Ha habido dos vallados que han corrido a cargo de los dueños de sendos campings en l’Hospitalet de l’Infant o en Miami Platja.