Amenábar vuelve a coger la cámara
Cuando Alejandro Amenábar coge una cámara, un grupo importante de seres humanos estamos a la expectativa de lo que puede salir de su mirada. Tesis, Abre los ojos, Mar Adentro, Los Otros.... y, en breve, a finales de mes en Estados Unidos y en octubre en Europa, Regresión.
Que sea Amenábar quien te pida tu móvil y quiera hacer él la foto dice mucho de la obsesión del director por el culto a la cámara. Hace la foto, muestro ambas manos, él sólo una una con un anillo. Mientras dispara la selfie dice que con el anillo demuestra que se ha prometido y que se casará en pocos días. (de hecho se casó con David el 21 de julio) . Salimos al exterior de la sala donde estamos. Se fuma un cigarrillo con sus Ray-Ban puestas. Es fumador social. Puede fumarse uno al día, tres como máximo o ninguno, como casi siempre. Es decir, que vive en el paraíso de los fumadores. No habla demasiado y le recuerdo sus películas, especialmente Tesis, un inicio sublime, o Mar Adentro, una de sus grandes obras maestras. Me asegura que no es nada fan de destripar sus películas cuando le pregunto por Regresión, su nuevo filme, con Ethan Hawke y Em- ma Watson (la Hermione de Harry Potter).
Dice que es un thriller psicológico literal que juega con los mecanismos del suspense y donde le apetecía hablar de la mente y de la psicología. Afirma que muchos pueden pensar que es una película de miedo pero no, “es una película sobre el miedo” y cómo vencerlo cuando nos paraliza. Terapia cinematográfica. Causa y efecto: pasar miedo para después intentar domesticarlo.
Han pasado ya seis años desde Ágora, su última y mayestática película y casi veinte de Tesis. En total ha rodado sólo seis largometrajes. Me dice que ya tiene asumido que no va a ser un director prolífico porque no tiene la habilidad de que le surjan en su cabeza un par de guiones cada año. No sabe hacerlo. Afirma que se sienta en el ordenador y ese guion que empieza puede tardar años en liquidarse. Esperaremos la próxima.
Vuelve a Catalunya en breve, seguro que, como muy tarde, a finales del próximo mes, a presentar la que va a ser una de las películas del año. La seguridad de Amenábar en sí mismo es admirable: me sorprende que ha sido incapaz de revisar ni de preguntar qué tal ha quedado la selfie que ha hecho.