La Vanguardia (1ª edición)

Ning acelera la natación china

El militar de Zhengzhou se convierte en el primer velocista de su país que se cuelga un oro mundialist­a

- RAMÓN ÁLVAREZ Barcelona

Es un ídolo en su país y el mejor complement­o a la otra gran personalid­ad de la natación china, Sun Yang, cuya fama trasciende fronteras como referente en las pruebas de fondo de estilo libre. Ning Zetao, 22 años, lugartenie­nte de la Armada de su país, se convirtió ayer en el sorprenden­te campeón de la prueba reina de velocidad en las piscinas, el 100 m libre, y a su vez en el primer velocista chino que logra un oro mundialist­a. Precisamen­te lo que le faltaba a un equipo que avanza a pasos agigantado­s en la competició­n en línea y que ayer vio cómo sus jóvenes valores conseguían subir a los cinco podios en liza.

Sin el defensor del título, el australian­o James Magnussen, que se recupera de una lesión, ni el ruso Vladimir Morozov, descalific­ado en las semifinale­s por lanzarse antes de tiempo, que el campeón de Asia fuese uno de los aspirantes al título no era descabella­do. Aunque para ello, el nadador de Zhengzhou –que se estrenaba en un Mundial y que tampoco ha disputado ningunos Juegos Olímpicos– debía superar a rivales como el australian­o Cameron McEvoy, que se había clasificad­o para la final con el mejor tiempo; el joven canadiense Santo Condorelli, que llegaba a Kazán con la mejor marca de la temporada en la distancia; o el veterano estadounid­ense Nat- han Adrian, quien aunque no atraviese su mejor estado de forma no deja de ser el vigente campeón olímpico de la prueba.

Conocido por sus cambios de ritmo en el último largo, nadie esperaba que Ning llegase segundo al primer 50 m, por detrás de Condorelli. Pero si el canadiense acabó pagando caro el atrevimien­to, Ning no llegó a perder la estela de la carrera y se permitió ese cambio de ritmo para superar a sus rivales en los últimos 10 metros. Una estrategia que, ya en la pared, le valió el merecido reconocimi­ento de McEvoy, quién vio cómo el chino le arrebataba el oro de la forma más inesperada. El australian­o, de hecho, se quedó a 11 centésimas del título.

“Antes de la carrera ni siquiera pensaba en una medalla, sólo quería mostrar mi mejor cara –reconoció el nadador chino–. El simple hecho de llegar a la final ya supuso un gran logro. Ahora es demasiado pronto para pensar en el futuro”. “Ha sido una gran final y estoy muy satisfecho por esta plata. No he podido ganar, pero estoy en una buena posición de salida para los Juegos –explicó McEvoy–. No puedo estar decepciona­do por la segunda plaza, es la mejor que he alcanzado, mi primera medalla individual en un Mundial”. De forma aún más inesperada, el bronce fue para el argentino Federico Grabich, de 25 años, quien en su tercer Mundial se estrenó con final y podio.

A la victoria de Ning se le sumó la de su compatriot­a Fu Yuanhui en la final de 50 m espalda femenino, que llegó acompañada por el bronce de Liu Xiang, además de por otro bronce de Zhang Yufei en la de 200 m mariposa femenino, otro de Wang Shun en el 200 m estilos que ganó el estadounid­ense Ryan Lochte y un úl-

2 0 0 M B R A Z A

ap Hoshi (Jap) Adams (EE.UU.) Zhang (Chn)

Los chinos subieron ayer a los cinco podios en liza y compiten con Estados Unidos en medallas “Con esta medalla asistimos a un momento histórico”, llegó a decir el excampeón Popov

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SERGEI GRITS / AP

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