Francia retorna la paga y señal a Rusia por las dos fragatas no entregadas
París y Moscú zanjan el contencioso, fruto de la réplica por Ucrania
Francia y Rusia dan por zanjada la cuestión de los dos buques portahelicópteros anfibios de la clase Mistral que Francia tenía que suministrar a Rusia pero cuya venta fue suspendida por la presidencia francesa debido al papel jugado por Moscú en la crisis ucraniana. El Kremlin consideró ayer el llamado “problema del Mistral” como “resuelto” después de la conversación telefónica que mantuvieron la víspera los presidentes de ambos países, François Hollande y Vladímir Putin.
Las conversaciones para poner fin al contencioso han durado varios meses. El consejero del presidente ruso Vladímir Kozhin ya informó el 31 de julio que los contactos para la colaboración técnicomilitar ya habían terminado. Ese mes incluso se pudo llegar a un acuerdo sobre el montante económico que Francia debería pagar a Rusia por la cancelación del contrato.
Las autoridades francesas habían explicado antes que el contrato de compra-venta preveía una multa máxima de 250 millones de euros. Sin embargo, la parte rusa aspiraba a una suma bastante mayor: la devolución del avance ya pagado, de 890 millones de euros, y 300 millones adicionales como compensación por los recursos gastados en la creación de infraestructuras portuarias y la adaptación a los barcos de los helicópteros rusos Ka-52, así como el entrenamiento específico de 400 marineros rusos.
El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, confirmó ayer que Putin y Hollande decidieron romper el contrato. “Moscú considera que el problema del Mistral está completamente resuelto”, afirmó. Peskov también destacó “el clima amistoso y constructivo” de las relaciones entre Moscú y París.
Según el Kremlin, Francia ya devolvió a Moscú el dinero adelantado, incluido todo el equipo y materiales utilizados. “Francia ya ha transferido esos fondos y, tras la devolución del equipo, podrá hacerse cargo de la propiedad de ambos barcos”, dijo el servicio de prensa de la presidencia rusa.
De todas maneras, ninguna de las partes ha dado la cifra exacta con la que las autoridades galas compensarán a Rusia.
El ministro de Defensa de Francia, Jean-Yves Le Drian, confirmó a la radio RTL que “la disputa ha terminado”. Añadió que los dos portahelicópteros Mistral cuestan 1.200 millones de euros, pero que París va a pagar menos de esa cantidad al no haberse terminado.
Rusia está planeando enviar un equipo de expertos a Francia para retirar el equipamiento de comunicaciones instalado en los portahelicópteros. “Su viaje está previsto para septiembre”, decía ayer la agencia TASS, que citaba una fuente oficial.
El contrato de compraventa de los dos portahelicópteros de clase Mistral se formalizó bajo la presidencia francesa de Nicolas Sarkozy, en junio del 2011. Los firmantes eran la compañía francesa DCNS/ STX y la agencia de Defensa Rosoboronexport. El primer barco tenía que haberse enviado a Rusia en otoño del 2014, y el segundo en el 2015.
De hecho, aquí ya les habían puesto nombre: Vladivostok y Sebastopol.
Pero el Gobierno francés de François Hollande decidió no suministrar las naves a Moscú después de una intensa presión política por parte de Estados Unidos y de sus aliados europeos. Rusia se había anexionado la península de Crimea y los países occidentales habían impuesto sanciones económicas a Moscú. Los aliados de París no entendían que la venta de los dos Mistral siguiese en pie.
Se trataba de la mayor venta de armamento militar de un país de la OTAN a Rusia, lo que levantó inquietud entre los países del Báltico miembros de la Alianza. Un portahelicópteros clase Mistral tiene capacidad para una tripulación de 700 personas, 16 helicópteros de combate y hasta 50 vehículos blindados.
Presionado por sus aliados, París suspendió la venta de los navíos por el papel de Moscú en la crisis ucraniana