CDC juzga un “escándalo” reformar la Constitución para “recentralizar”
Ni el Govern ni ningún partido catalán secunda la propuesta lanzada por el PP
La propuesta de reforma limitada de la Constitución que de repente han puesto sobre la mesa el Gobierno español y el PP no encuentra la más mínima receptividad en Catalunya. Ni el Govern ni Convergència comparten una iniciativa que consideran meramente encaminada a “culminar el proceso de recentralización del Estado”. Pero tampoco formaciones políticas encuadradas fuera del bloque soberanista ven claro, lógicamente por motivos muy diferentes, el planteamiento.
La reacción más contundente ha corrido a cargo del número dos de CDC, Josep Rull, que ayer definió de “escándalo” la propuesta de “reforma limitada” de la Constitución planteada por el ministro de Justicia, Rafael Catalá, al entender que el único objetivo que persigue es “blindar las competencias del Estado en detrimento de las competencias de las autonomías”. “El día que el PP o el PSOE abran la Constitución no será para avanzar en más competencias o en más reconocimiento de la identidad nacional de Catalunya, será para ir consolidando la recentralización que se ha ido perpetrando en los últimos años”, advirtió en Catalunya Ràdio el coordinador general de CDC, para quien la iniciativa del PP no pasa de ocurrencia: “En pleno proceso y en el debate que hay en Catalunya, la única ocurrencia que viene del Gobierno español es abrir la Constitución para recentralizar”, remachó.
En nombre del Govern, la consellera de Governació, Meritxell Borràs, puso en duda la credibilidad de la iniciativa, que a su parecer “responde más a marear la perdiz que a tener una voluntad firme de hacer alguna cosa”. “No sé si estas manifestaciones –en alusión a las declaraciones del ministro de Justicia– son un elemento de distracción o simplemente una propuesta que, en cualquier caso, seguro que llega tarde”, sostuvo en RAC1.
En la misma línea de restar credibilidad al planteamiento se expresó Inés Arrimadas, cabeza de lista de C’s para el 27-S, que en declaraciones a Ràdio 4 subrayó que efectivamente “la propuesta del PP tiene poca credibilidad”, porque “la plantea al final de la legislatura” después de que “en cuatro años de gobierno con ma- yoría absoluta no ha hecho nada”.
Y hasta Catalunya Sí que es Pot, que sobre el papel defiende un modelo federal para el Estado español, no encuentra nada positivo en la iniciativa del PP. Lluís Rabell, su candidato para el 27-S, calificó de “retrógrada”, “liberticida” y “globo sonda” una idea puesta sobre la mesa en periodo electoral con la que entiende que el PP “quiere fortalecer su imagen de partido duro y removilizar a su electorado y recuperarlo”. Y, en la práctica, coincidió con la argumentación de CDC en el sentido de que el deseo del Gobierno español es “llevar más lejos la recentralización administrativa del Estado”. “El PP soñaría con convertir las autonomías en meras macrodiputaciones, en simples estructuras puramente administrativas y correas de transmisión de la administración central”, resaltó en declaraciones a Efe.