Policías y ‘bobbies’ patrullarán juntos en Magaluf
El Gobierno británico tomará finalmente cartas en el asunto e intentará poner coto al desmadre de sus compatriotas en Magaluf. Una dotación de la policía del Reino Unido comenzará a patrullar este lunes de manera conjunta con la Guardia Civil en un intento de aminorar los excesos protagonizados por los miles de turistas que acuden a la zona. Las constantes salidas de tono, y sobre todo la difusión internacional de algunos vídeos de alto contenido sexual, parecen haber sido decisivas para que Londres mueva ficha. De esta forma, las autoridades del país han optado por actuar in situ y desplazar a sus agentes hasta el mismo escenario donde sus conciudadanos dan rienda suelta al descontrol. Además, la presencia de los bobbies en las calles de Magaluf ha sido concebida como una medida disuasoria. La idea es imponer un mayor respeto y hacer cumplir la ley aprovechando que se trata de un cuerpo policial más familiar para los británicos. Por otra parte, el objetivo es poder actuar de una manera más eficiente al tener un dominio total del idioma. En este sentido, el Embajador del Reino Unido en España, Simon Manley, ha asegurado que “la presencia de agentes del Reino Unido ayudará a recordar a los veraneantes británicos que deben respe- tar las leyes y también las costumbres locales, para asegurar que todos pasan un verano seguro”. Los agentes británicos, que patrullarán con su característico uniforme, también estarán presentes en otro enclave turístico marcado por la polémica. Los bobbies acompañaran a la Guardia Civil en sus patrullas por el conocido West End de Sant Antoni de Portmany, en Eivissa. En este enclave, la presencia de jóvenes británicos es masiva y los incidentes se han multiplicado durante los últimos veranos. También en este caso las patrullas mixtas responden al programa Turismo Seguro que impulsa el Ministerio del Interior. En ambos casos, los policías británicos se suman a efectivos policiales llegados de Alemania e Italia con el objetivo de reducir el número de escándalos.
La colaboración entre ambos cuerpos pretende disuadir a los turistas británicos descontrolados