Stewart se despide haciendo de Stewart
Su último show lo cierra su amigo Bruce Springsteen
Nueva York. Corresponsal Ni la última noche, ni en el último suspiro, Jon Stewart dejó de hacer en la despedida del The Daily Show lo que le ha encumbrado. Es decir, hizo de Jon Stewart, de voz de la conciencia con su aviso a los ciudadanos contra el exceso y las mentiras del poder y de las corporaciones.
Después de 16 años al frente de este espacio, en el que ha marcado a toda una generación de humoristas, Stewart advirtió que la única manera de combatir la implacable intrusión de la gente deshonesta consiste en estar vigilantes. “Se les detecta fácilmente”, insistió. Parodiando la famosa frase de la policía tras los atentados del 11-S, cerró su sermón definitivo de esta guisa: “Si te hueles algo, di algo”.
Así se acercó al final del últi- mo programa marcado por lo emotivo. En momentos se observó la humedad en sus ojos.
Hubo muchos homenajes. Este hombre, que ha convertido a los políticos y a los medios en sus fuentes de inspiración, recibió en su día el calificativo de Roger Ailes, presidente de la Fox y una de sus dianas preferidas, de ser “una persona con una visión amarga del mundo”. Pero, en su despedida, Ailes declaró al The Hollywood Reporter que Stewart es “un comediante brillante, un buen tipo y buen padre”.
El espectáculo contó con diversos vídeos en que personalidades, que han sido azote de su crítica, le mostraban reconocimiento. Hillary Clinton dijo: “Justo cuando me presentó para presidenta, ¡qué fastidio! Y el senador John McCain, interpretó a un ventrílocuo: “Soy Jon Stewart, soy tonto, nyah, nyah...”.
La noche transcurrió con la presencia de compañeros, de los que todavía estaban con él y de los que pasaron por su show. Uno de los más agradecidos fue Stephen Colbert: “Nos has enseñado a tratar a la gente con respeto”. Entonces, el protagonista dio las gracias a su mujer y sus hijos antes de pronunciar su despedida. “No digo adiós o buenas noches, sino que nos veremos tomando una copa”.
Su amigo Bruce Springsteen y la E-Band pusieron el broche.
El programa se convirtió en un homenaje a una de las voces más críticas en Estados Unidos