Una trilogía de miedo
El Barça es el único que ha levantado los tres títulos de la segunda mitad de año
A primera vista no lo parece pero es una misión casi imposible. El Barcelona tiene ante sí una trilogía prohibida para muchos. Una aventura de miedo de la que es muy difícil salir airoso. Incluso los equipos más grandes y poderosos han fracasado en el intento. El equipo de Luis Enrique persigue en lo que resta del 2015 tres títulos que son prácticamente inalcanzables en su conjunto. Así lo dice la historia. Desde 1998, cuando la Supercopa de Europa pasó a disputarse a partido único, ningún ganador de la Champions ha podido levantar sucesivamente en la temporada siguiente el Mundial de clubs –antes Intercontinental–, la Supercopa de su país y la Supercopa europea juntos. Excepto el propio Barça. Los blaugrana son la excepción que confirma la regla. Lo lograron con Guardiola en el 2009 (las Sis Copes) y lo repitieron en 2011. Es el único que ha sido capaz y el martes en Tiflis contra el Sevilla quieren dar el primer paso para hacerlo por tercera vez.
La teoría es que el campeón de la Liga de Campeones, por potencial, está un peldaño por encima de sus rivales en esos tres torneos. Y eso es precisamente lo difícil: confirmar en tres finales consecutivas la etiqueta de favorito. Caer en un exceso de confianza es un peligro, mientras que hay equipos que prefieren llegar escondidos a la cita. Por eso siempre suele saltar la sorpresa en alguna de esas tres finales.
El Barcelona lo comprobó en sus propias carnes después de la Champions de París. Eran los inicios de la autocomplacencia con Rijkaard y el Sevilla de Juande Ramos lo bajó a la tierra (0-3). No fue el único que lo sufrió. Hasta nueve campeones de Champions hincaron la rodilla en 17 ediciones a partido único.
Es cierto que el predominio de los equipos europeos en el Mundial de Clubs es más claro en los últimos años que cuando la competición se jugaba como Copa Intercontinental contra el campeón de la Libertadores. Pero los equipos sudamericanos siempre se guardan un as. Si no que se lo pregunten al Chelsea, al que el Corinthians le arrebató el título. El anterior sorprendido fue el Barcelona, que en el 2006 cayó ante el Internacional de Porto Alegre. El gran rival de los blaugrana en diciembre será otro histórico como el River Plate. El Barça tiene experiencia de lo rocosos que pueden llegar a ser los equipos argentinos cuando forzó la prórroga in extremis en el 2009 en Abu Dabi con un gol de Pedro para ganar al Estudiantes (1-2) con el tanto decisivo de Messi.
El Barcelona no puede descuidarse contra el Athletic, a pesar de que ya le ganó en la final del pasado 30 de mayo. Sin ir más lejos, en las dos últimas temporadas, el Madrid y el Bayern –en el primer curso de Guardiola en el banquillo del Allianz Arena– conquistaron tanto la Supercopa europea como el Mundial de Clubs, que se disputó en Marruecos. Sin embargo, ambos tropezaron en la Supercopa doméstica. Los blancos se deshicieron del Sevilla en Cardiff y del San Lorenzo de Almagro. En cambio, no pudieron con el Atlético en un doble derbi madrileño. Lo mismo le ocurrió un año antes a los bávaros. Ganaron al Chelsea en Praga y al Raja de Casablanca, pero se quedaron con las ganas ante el Borussia de Dortmund, que tuvo la ventaja de que en Alemania el partido se juega en el campo del campeón de Copa. En cambio, el Barça sí que podrá decidir el título en su casa, el 17 de agosto, después de jugar la ida en San Mamés el 14. Si los de Luis Enrique triunfan habrán completado la trilogía casi imposible por tercera vez.
A PARTIDO ÚNICO Hasta en nueve ocasiones el campeón de la Champions se ha visto sorprendido en la Supercopa europea
NO FUE NI SER Á FÁCIL Los blaugrana, que sufrieron en el 2009 contra Estudiantes, volverán a verse con un club argentino: River Plate