Los hermanos consentidos de Paris Hilton
BARRON Y CONRAD HILTON, QUE EN PRINCIPIO PARECÍAN DESTINADOS A DIRIGIR EL IMPERIO QUE CREÓ SU BISABUELO, CONRAD HILTON, HAN CRECIDO FINALMENTE A LA SOMBRA DE SU MEDIÁTICA HERMANA PARIS EN EL SENO DE UNA FAMILIA DONDE LA FAMA ES UNA PRIORIDAD
El pasado 10 de julio Nicky Hilton, hermana de Paris Hilton, la mujer que ha convertido su frivolidad en una mina de oro, se casó en Londres con James Rothschild. De este modo, y como afirma la revista ¡Hola!, se unieron “dos poderosas dinastías”: la de los banqueros Rothschild y los hoteleros Hilton. Entre los invitados estaban Chelsea Clinton, Lionel Richie y, por supuesto, la familia de la novia: sus padres, Ricky y Kathy Hilton; Paris, la hermana mayor, y Barron, uno de los dos hermanos. ¡Hola! no menciona a la cuarta criatura del matrimonio, Conrad Hughes Hilton III, que no pudo acudir por razones de causa mayor: tenía que comparecer ante un juez de California.
Hace un año Conrad, de 21 años, era el menos conocido de los cuatro vástagos Hilton. Sin embargo, en julio de 2014 embarcó en un vuelo de British Airways entre Londres y Los Ángeles y se hizo un hueco en los tabloides. Entre otros, agredió al copiloto del avión y amenazó de muerte a algunos miembros de la tripulación. También tuvo tiempo de encerrarse en el baño para fumar marihuana y llamar a los pasajeros: “Jodidos pueblerinos”. Tras un forcejeo, acabó esposado. Según el informe del FBI, el ataque de Conrad empezó porque la azafata le indicó que debía de apagar su móvil. Su abogado aduce que el comportamiento del benjamín de los Hilton se debió a “un somnífero”.
Hasta la fecha el incidente en el avión parece ser el principal hito en la vida de Conrad Hilton.
Conrad es conocido por su actitud violenta, que le ha llevado a tener varios problemas judiciales Barron ha estudiado cine en Los Ángeles, pero sueña grabar un disco y protagonizar un ‘reality’
Casa muy bien con el perfil de niño rico y consentido con el que lo describen los medios estadounidenses. Muchos se manifiestan indignados por la sentencia recibida (tres años de libertad condicional), que consideran leve. Pero el periplo judicial de Conrad no ha acabado: hace unas semanas fue arrestado por irrumpir de forma violenta en casa de su ex novia. Ha sido acusado de allanamiento de morada, lo que podría costarle seis meses de cárcel.
Conrad es también descrito como “el ojito derecho” de su madre, Kathleen Elizabeth Avanzino Richards: una aspirante a actriz que no logró conquistar Hollywood pero sí casarse con el nieto del fundador de la cadena hotelera más famosa del mundo. Según Jerry Oppenheimer, autor del libro House of Hilton, a Kathy y a sus hermanas su madre las educó para triunfar en la farándula o casarse con un millonario. Por ello se trasladó a Los Ángeles, donde su hija conoció a Ricky Hilton cuando era una adolescente. Tras un año de noviazgo, se casaron en Beverly Hills, en 1979. El matrimonio es descrito como feliz. Sus cuatro hijos; Paris, Nicky, Barron y Conrad, nacidos entre 1981 y 1993 son su fuente de alegrías y disgustos.
Kathy se siente muy orgullosa de las niñas. En especial, de Paris, a la que llamaba estrella desde era un bebé y le decía que podría ser más famosa que Marilyn Monroe. Para conseguir tal objetivo, la niña fue debidamente apuntada a una agencia de modelos y exhibida en las fiestas del matrimonio. A principios del 2000 su nombre empezaba a aparecer en las crónicas de la sociedad neoyorquina cuando Paris fue propulsada a la fama debido a un video pornográfico difundido por su ex novio. El escándalo fue mayúsculo pero los Hilton hicieron piña. Conrad y Barron, entonces adolescentes, acompañaban también a sus padres a las entrevistas que su hermana concedía en la televisión.
Según algunas informaciones, los dos jóvenes están destinados a dirigir el imperio que creó su bisabuelo, Conrad Hilton. Sin embargo, cuando este murió, en 1979, dejó el grueso de su fortuna a obras benéficas. A sus cuatro hijos y numerosos nietos les correspondió una parte relativamente modesta de la compañía. El mensaje del patriarca era que sus descendientes tenían que espabilarse. De todos modos, el abuelo de Paris, William Barron Hilton, impugnó el testamento y logró ser el copresidente de la cadena. Sin embargo, también decidió donar el 97% de su dinero, por lo que sus hijos (entre ellos, Ricky Hilton, que tiene negocios inmobiliarios), tuvieron que buscarse la vida.
Mientras que Paris y, en menor escala, su hermana Nicky, se han convertido en millonarias sin herencias de por medio y trabajando a su manera, no puede decirse lo mismo de sus dos hermanos. Pese a que ambos han estudiado en colegios de élite, de momento a Barron y Conrad Hilton no se les conoce profesión alguna. El primero acaba de graduarse en Cine por la universidad de Loyola, en Los Ángeles, pero en su perfil de Instagram –donde detalla hasta lo que come–, le dedica dos fotos al evento. A sus 25 años, la existencia de Barron Hilton parece ser un constante viajar en busca de la mejor playa. Eivissa y Puerto Vallarta son algunos de los destinos donde él y su novia, la modelo Monica Ollander, se bañan, comen, bailan y pasean en yates. El motto de Barron es no arrepentirse de nada. Ni siguiera de comentarios tipo “cada casa en Eivissa debería tener su propio spa”, que jalonan sus redes sociales.
Dicen que Barron, que también ha tenido sus problemas con la justicia vinculados a la conducción y las drogas, sueña con protagonizar un reality y grabar un disco. Pero entre playa y playa, parece no tener tiempo para ello. Además, tanto él como su hermano saben que, hagan lo que hagan, cuentan con el apoyo incondicional de sus padres. La familia es un clan y eso se nota en las redes sociales, donde reina Paris y Kathy es una especie de community ma
nager- matriarca. En un ejercicio de endogamia virtual, los Hilton publican fotos y retuitean las gracias del clan. Siempre de los buenos momentos, por supuesto.