La nueva izquierda se echa a un lado
Barcelona en Comú, la plataforma de Ada Colau, no participará en Catalunya Sí que es Pot el 27-S
El resultado de las elecciones municipales del 24 de mayo, y en particular la sorprendente victoria de Barcelona en Comú, la candidatura liderada por la alcaldesa Ada Colau en la capital catalana, ha sido determinante en la configuración de escenario político previo a las elecciones catalanas del próximo 27 de septiembre.
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, lo reconocía abiertamente en su conferencia de Molins de Rei, el pasado mes de junio, cuando señaló a “los del sí se puede” como un adversario que nadie debía menospreciar.
Pero paradójicamente, por el momento, Barcelona en Comú no participará directamente en la contienda del 27-S. Su nombre no figurará en ninguna candidatura, incluida la de Catalunya, Sí que es Pot, que lidera Lluis Rabell y en la que figuran algunos de sus aliados en Barcelona: ICV, EUiA, Podem y Equo.
El propio Rabell, a la sazón presidente de la Federació d’ Associacions de Veïns de Barcelona, dio apoyo a Colau en la campaña de las municipales –lo que le valió una trifulca con el anterior alcalde, Xavier Trias–. Sin embargo y por el momento aquel apoyo no tendrá reciprocidad.
Las elecciones del 27-S no serán una segunda vuelta para Ada Colau. Barcelona en Comú ha acordado mantenerse como mero observador en esta alianza después de que fracasaran diversas tentati- vas para atraerlos a la candidatura tras la decisión de otro de los eventuales aliados de la confluencia, Procés Constituent, de dar un paso atrás.
Existen diversas explicaciones, del porqué de esta falta de compromiso de quien hoy es un referente de la llamada nueva izquierda en Catalunya e incluso en España. (Colau recibe a menudo visitas políticos de otras comunidades que tratan de recabar su apoyo o su beneplácito. Sin ir más lejos, y desde que está en la alcaldía se ha reu- nido, que se sepa, con Pablo Iglesias, Xosé Manuel Beiras y Alberto Garzón).
La desconexión de Barcelona en Comú con Catalunya Sí que es Pot es el reflejo de las difíciles relaciones entre ICV y el núcleo duro del equipo de Colau. La incorporación de Iniciativa al proyecto de la actual alcaldesa obligó al aparato del partido que lideran Joan Herrera y Dolors Camats ha hacer importantes concesiones y a sacrificar algunos de sus mejores cuadros políticos.
Por contra, ahora, en la constitución de la candidatura catalana, Iniciativa ha tomado firmemente las riendas del proyecto evitando hacer más concesiones de las imprescindibles a sus aliados. Al contrario de lo que ocurrió en Barcelona, la vieja política se ha impuesto a la nueva.
El resultado del desencuentro se reflejará en el hecho de que finalmente no habrá ningún activista de la plataforma de Colau en la lista de Lluis Rabell para el 27-S. La implicación de propia la alcaldesa y de su equipo en la campaña
ICV ha tomado las riendas de Catalunya Sí que es Pot, a diferencia de lo que ocurrió en Barcelona en Comú