De película. Barcelona, mar adentro
Crecen las ofertas para ver la ciudad desde el Mediterráneo con barcos para todos los gustos
Sopla un poco de brisa, el mar está casi calmado y suena una canción de The Beatles: Across the universe. Tranquilidad mientras queda atrás el Port Olímpic tras casi una hora de navegación. Ignasi, el patrón, decide que ya es hora de virar y poner la proa del catamarán, que desde hace un rato navega sólo a vela, encarada a Barcelona. El litoral, que antes quedaba a la espalda, aparece impresionante ante la mirada de los pasajeros que ocupan las redes entre los dos patines. A una pareja de italianos treintañeros perfectamente bronceados se les ilumina la cara ante el espectáculo de una ciudad de edificios bien recortados y un sol que va cayendo tras el Tibidabo. “¡Ma che bello, che bello é questo!”, repite varias veces la parte masculina mientras brinda con vino blanco con su acompañante.
“No te cansas de esto. Resulta muy satisfactorio mimar a los pasajeros, ver que se sienten especiales y viven un momento único en un barco muy cuidado”, cuenta Ignasi Ticó, que además de capitán es el copropietario, junto a Xavier Selis, de dos catamaranes prácticamente gemelos: los BlueMagicCat de ChartersBcn, que cada tarde salen desde el Olímpic a navegar durante un par de horas adaptándose al horario de la puesta de sol, unas salidas que forman parte de la oferta global que tienen para disfrutar de Barcelona desde el mar, reservando plazas en estos viajes o bien alquilando el catamarán entero para un máximo de 23 personas. “Hemos na- vegado con incentivos de empresa, realizado seguimiento de regatas, organizado fiestas sorpresa o despedidas de soltera”, indica Ticó. “A bordo se han realizado reuniones de empresa, informales pero trascendentes, e incluso aquí, entre baño y baño, se han hecho algunos consejos de administración de sociedades, bien regadas… con zumos”, concluye el patrón. Barcelona ha pasado muchos años dando la espalda al mar y aun hoy, a pesar de las playas, los puertos y la oferta, para muchos locales y visitantes navegar por placer aún parece lejano o costoso. No lo es. “Somos un clásico del turismo en Barcelona. De hecho, podemos decir que esta empresa ya existía antes de que llegara el turismo a la ciudad”, comenta Agustí Roma, responsable de comunicación y marketing de Las Golondrinas, empresa creada en 1888, en coincidencia con la celebración de la Exposición Uni-
Muchos consideran que navegar es muy caro pero hay oferta asequible para todos Las golondrinas llevan 127 años de navegación sólo interrumpidos por la Guerra Civil